Curate, connect, and discover
Hey y’all! Myself and my friend noticed there was a big hole in the TSC fandom - namely, that there isn’t a Discord server for us all to come together and appreciate/freak out over our favourite Shadowhunters.
So we decided to fix it! Here is your official notice of the creation of The Downworld, a place for us to talk theories, go crazy over our beloved ships, worship those characters that maybe don’t get enough love fandom-wide, and of course, appreciate the absolute genius that is Cassandra Clare.
All we ask is that you be kind and respectful to each other, and agree to our server rules that’ll you see when you join. The server is also 18+ only, so unfortunately we won’t be able to allow minors to join.
If you’d be interested in joining, please feel free to reach out to me or @timesconvert and we’ll get the ball rolling - don’t be scared; unlike Jordan, we don’t bite!
Emma
Julian
Mark (couldn't get the heterochromia tho)
Cristina
Livvy
Ty
Kit
Dru
Tavvy
Kieran
Diana
Diego
Jaime
My version of Emma Carstairs with her lovely blade.
This song always reminds me of Julian Blackthorn in all his wholesomeness
Emma and Julian mood board ➰
Letter:E
Enid
Emma Carstairs
Evil Lyn
I was expecting so much more. Shouldn’t have underestimated the kitty angst…
I love this!!
Dear Bruce,
Sorry it’s been a long time since I’ve written in you. Everything’s been kind of crazy since Ty sent the Ghost Sensor. Which was incredibly helpful and nice of him, and we decided that even if it didn’t work we’d still tell him it did, but that didn’t turn out to matter. It definitely works. The minute we unpacked it, it started to make weird little crackles and beeps. It didn’t seem to be reacting to anything specific, it was more like it was reacting to the environment of the house, fussing about it like a grumpy baby.
Julian decided to use it kind of like a divining rod, following where the strongest crackles and beeps seemed to be. We spent probably an hour traipsing through the house while the sensor made whistling sounds like an angry teakettle.
Eventually the sensor led us to one of the upstairs hallways. There’s no furniture in it now, and it looks a bit forlorn, with bits of tattered curtains hanging from the windows and an empty frame on the wall. It was also pretty eerie, standing in that room with the sensor going crazy but not being able to see anything. We both looked at each other, thinking,
Is there a ghost in here with us right now?
At that moment, I remembered what I’d read in Tatiana Lightwood’s diary, how she’d hidden the pages of her old diary in the wall. I went over to the wall and tapped on it. Jules picked up on what I was doing right away and started tapping on the wall as well, and we found a spot that echoed hollowly. We both stared at it for a minute, before Julian said, “Hang on.” He went downstairs and returned with a sledgehammer. He started to swing at the wall but I stopped him. “I really think you should take your jacket off while you do this. And maybe your shirt, too.”
Obligingly, he stripped down to his undershirt. That’s my guy. I may have taken a picture.
Plaster started flying everywhere. Pretty soon Julian had smashed through the wall, revealing a dark hollow space behind it.
Julian backed off while I reached inside. I cannot tell you how many spiderwebs I touched, Bruce. It was disgusting. Finally I pulled out a bunch of old clumped together pages. I can’t help but think they are Tatiana’s old diary pages, the ones she talked about destroying, but they were so water damaged that I couldn’t be sure. I was just wondering if I should tell Julian about the diary—for some reason I haven’t mentioned it to him yet—when he reached into the hole and pulled out a hard wooden board that had been engraved with letters and numbers.
“It’s a Ouija board,” he said. “Dru wanted one for Christmas last year.”
I’ve always thought of Ouija boards as being part of human superstition. Like palmistry, not something that Shadowhunters needed to take seriously. But the sensor was going crazy, beeping these dark red pulses that reminded me of Isabelle’s necklace.
“Should we try to use it?” I asked. Julian frowned. “I don’t know. When I was looking into getting one for Dru, I found out that these things can be kind of...dangerous.”
So I’m writing this right now while I’m lying in bed. Julian is already asleep, with plaster in his hair. He looks so cute. Anyway, we decided that we’d try using the ouija board tomorrow. We’re Shadowhunters, we can deal with ghosts, right?
Goodnight, Bruce. I think I’ll read a little of Tatiana’s diary to put me to sleep. Meanwhile, enjoy the eye candy.
It was extremely difficult to find ethnic Persian men that had blond hair but not coloured eyes and pale skin. After searching for a few minutes I believe I found the perfect fan cast for Alastair.
Meet Hamid Fadaei
(Alastair's real hair is dark brown and he has beady eyes).
(Au del mundo de cazadores de sombras, donde Wil Herondale es capaz de ver a su parabati, Jem Carstairs, en el presente.)
Los nervios lo carcomían por completo, no podía creer lo que estaba a punto de presenciar. Hasta que lo vio llegar, estaba igual que siempre, el tiempo lo había cambiado por dentro pero por fuera seguía igual, a excepción de su pelo que ahora era negro aunque aun quedaban rastros de su pelo gris, casi plateado que brillaba con la luz que entraba por la ventana. Venía caminado, ya sin su bastón de siempre, con su sonrisa hermosa que le alegraba la vida y con sus ojos grises que brillaban como el sol. Su hermano, su parabatai, la mitad de su alma, su Jem.
–Will, mi Will. –Pronunció Jem con voz rasposa, ambos estaban tratando de contener la emoción que sentían pero era notable que no podían hacerlo por mucho más.
–Mi Jem, hermano mío.– Respondió Will.
Sus ojos celestes como el mar también brillaban, no hacían falta palabras, con solo mirarse ya sabían todo lo que pensaba el otro. Esa conexión seguía intacta, era algo que jamás cambiaría, a pesar de todo el tiempo transcurrido, ellos siempre serían más que parabatais. El amor que los une no se puede describir con palabras, es por eso que ambos se quedaron viendose a los ojos por unos minutos, transimitiendo todo eso con solo una mirada vidriosa por las lágrimas a punto de salir.
Jem cerró los ojos y tomó una respiración profunda, para luego acercarse a la pequeña cuna a su costado. Cuando llegó se detuvo un momento para admirar a quien se encontraba durmiendo como un pequeño ángel ahí dentro y luego se dio la vuelta para invitar a su hermano, con la mirada ya que el nudo que tenía en la garganta no podía dejarlo hablar, para que se acercara. Will lo miró y entendió perfectamente, pequeñas lágrimas caían por su cara pero aún así camino lentamente, inhalando y exhalando para preparase. Pero eso no sirvió de nada, no pudo más que ahogar un sollozo y taparse la boca con sus manos al ver a la pequeña acostada en la cuna. Era preciosa, tenía los ojos rasgados como Jem y su pelo era castaño como el de su Tessa. En ese momento ambos se miraron mientras trataban de contener, sin éxito, las lágrimas que corrían por sus caras. Hasta que Jem rompió el silencio y fue ahí cuando Will no pudo contener más su emoción.
–Su nombre – dijo su hermano con la voz entrecortada. – Es Willhemina.
Ambos sentían que sus corazones estaban a punto de explotar, pero Will. El no podía dejar de llorar, no podía dejar de pensar en como el pequeño chico enfermo que había llegado un día al Instituto, hacía ya tanto tiempo. Ese chico quien llegó de la nada y terminó siendo más que todo. Ese pequeño niño quien le dio luz a su vida, quien le había enseñado tanto a lo largo de los años, quien estuvo siempre a su lado, a su espalda en las batallas y a su frente en la vida. Ese chico que terminó ganando su corazón cuando tocaba su melodía angelical con su violín, el cual guardó por tantos años en su casa y en ese momento se encontraba en una esquina de la habitación. Su hermano, a quién perdió y se llevo su corazón con el cuando se convirtió en hermano silencioso. No podía dejar de pensar en toda la vida que podrían haber compartido juntos pero el mundo no los dejó y aún así ahí se encontraba, frente a el y a su hija.
Mientras tanto Jem solo lo observaba y su corazón se ensanchaba al ver como el miraba a su Mina con todo el amor del mundo. Lo conocía tan bien que ya sabía todo lo que estaba pensando, el también lo hacía. Así que se acercó lentamente hacia el, sin querer romper el momento especial que estaba viviendo. Ver a su hermano observando a su hija mientras ella solo le sonreía, como si lo conociera, como si supiera. Quizá el amor que transmitía era tan grande que hasta su pequeña hija lo sentía. De igual forma se acercó y apoyo su mano en el su hombro, estaba preparado para decirle algo pero no pudo. Inmediatamente, al sentir el contacto, Will se dio vuelta y lo abrazo. Fue ahí cuando a Jem se le partió el corazón, era la primera vez en casi un siglo que recibía el abrazo de su hermano, así que no pudo hacer más que sollozar en su hombro. Ambos se abrazaron como si sus vidas dependieran de ello, ambos no podían dejar de llorar, tanto dolor guardado por tanto tiempo seguía en ellos pero también el amor. El amor que ellos sentían por el otro era algo inexplicable, ninguno de los dos esperaba conocer al otro y aún así se convirtieron en uno solo. Ambos estaban más que destinados a encontrarse, ambos eran más que afortunados de haber coincidido en el momento justo, a pesar de haber disfrutado tan poco tiempo como parabatais, su amor no se había desgastado en lo más mínimo. Seguía tan fuerte como el primer día.
Ninguno de los dos podía hablar ni despegarse del otro, se extrañaban y amaban tanto que dolía. El pensar que Will no iba a poder ver a Jem siendo padre le rompía el corazón, pero no dudaba de que sería el mejor padre del mundo. Jem era tan puro y noble, tan fiel y leal, su melodía llenaría a cualquiera que tuviera el placer de conocerlo y más aún su propia hija.
Parecía como si el tiempo se hubiese detenido, ninguno de los dos sabía cuanto tiempo llevaban juntos y ambos deseaban quedarse así para toda la vida, para siempre. Pero también sabían que no podrían, que sería la primera y única vez que eso sucedería. Fue por eso que algo muy dentro de ellos se rompió cuando Will se obligó a despegarse de Jem y mirarlo a los ojos, ambos los tenían rojos y Jem no quería soltarlo, no podía. No quería perderlo una vez más, no podía dejar que sucediera pero también tuvo que obligarse a soltarlo. Lentamente sus manos temblorosas abandonaron su cuerpo e intento respirar con profundidad porque el dolor que sentía en el pecho era tan grande que no podía controlarlo.
De igual manera igual se alejó de Jem, aunque lo único que quería era estar junto a el, tuvo que hacerlo y ver el dolor en los ojos de su hermano también le rompía el corazón pero ambos sabían que ya se acababa el tiempo. Así que con las pocas fuerzas que tenía, Will lo miró a esos ojos que tanto amaba y le sonrió.
–No me ruegues que te deje, o que regrese cuando te estoy siguiendo. Porque a donde tu vayas yo iré y donde tu vivas yo viviré. – dijo con el corazón en la garganta, el juramento que ambos tantas veces habían pronunciado pero nunca dejaba de emocionarlos y más en ese momento.
–Tu gente será mi gente y tu Dios será mi Dios. Donde tu mueras, yo moriré. Y allí seré enterrado.– le respondió Jem mientras ensanchaba una sonrisa enorme y lo miraba como siempre, a su hermano.
Ambos seguían llorando, pero en ese momento de felicidad, de emoción. Había pasado tanto tiempo desde que habían escuchado esas palabras, que se las habían dicho a el otro. Solo querían que ese momento sea eterno y así lo fue para ambos. Y no hizo falta una mirada de más o un aviso para que ambos dijeran al mismo tiempo.
–El Ángel me haga esto y mucho más si nada más que la muerte nos separa a ti y a mi.
Ambos estaban muy emocionados como para decir algo más aunque ambos tenían tanto que decir, sabían que no tenían tiempo y de igual manera no hacía falta. Mientras se miraran a los ojos, todo era suficiente.
–Ya es tiempo, hermano mío.– pronunció Will, sin dejar de verlo.
–Lo sé mi Will, lo sé. – respondió Jem con la poca vez que le quedaba, odiaba que todo tuviera que ser así pero no tenían otra opción, demasiado afortunados eran al haberse encontrado una vez más.
Ninguno pudo evitar lo que sucedió a continuación, ver como Will empezaba a perder el color como si fuera un fantasma, desvaneciéndose, no hizo más que destruir a Jem. Y Will lo sabía perfectamente.
–Jem, mi Jem. No olvides nunca que siempre estaré contigo.– dijo con mientras lo miraba con el amor más puro del mundo. – Siempre.–
Jem lo sabía, ambos lo sabían. Pero de igual manera, escuchar a Will como si estuviera susurrando de lejos, ver como se desvanecía lentamente era muy fuerte para el.
–Wǒ ài nǐ xiōngdì.– pronunció Jem.
Y Will, apenas ya visible asintió con la cabeza, le guiñó un ojo y sonrió. Esa sonrisa que Jem conocía perfectamente, esa sonrisa que le daba vida cuando lo único que veía y sentía era muerte. El fue quien lo salvó. Y aunque Will no dijo nada, el entendió todo. No pudo hacer más que sonreírle aún más y ver como desaparecía. Hasta que ya no estuvo más, como si hubiera sido un sueño muy realista, Jem no podía procesar todo lo que había pasado en esos minutos que duraron una vida para ambos. El corazón le explotaba y fue una caricia enorme a su alma con tantas cicatrices y dolor haber visto a Will después de tantos años. Y aunque fue la primera y última vez que sucedió, no quiso pensar en lo malo. Solo cerró los ojos y lloró de emoción mientras se reía. Había visto a su hermano después de toda una vida y a pesar de que se había ido, todavía lo sentía. Como lo había hecho siempre.
Miró la cuna donde se encontraba Mina y a Tessa que había entrado silenciosamente al salón para no interrumpirlo. Y aunque ella no había presenciado nada, de igual manera lo supo y no pudo evitar que las lágrimas corrieran por su cara. Tampoco dijo nada, no era necesario, ni había palabras para lo que Jem sentía. Viendo al amor de su vida y a su hija después de haberse encontrado con Will lo único que pudo hacer es darse cuenta, finalmente. Después de tanto tiempo, después todas las cosas que había pasado, se dio cuenta y no pudo evitar mirar a Tessa y reír. Después de tanta desesperanza y sufrimiento, finalmente Jem se dio cuenta que sentía algo que jamás se imagino que volvería a sentir. Felicidad. Tessa sonrió y pudo ver en sus ojos que ella lo había entendido también. Y aunque no pudiera verlo nunca más, el lo sintió. Sintió la presencia de su hermano y eso no hizo más que calmarlo.
Jem era feliz nuevamente y nada iba a cambiar eso.
by: camila 💘
@/silverxjem en twitter
@/desekilibrio en tumblr
Mark Blackthorn is so pure, I love him so much 🙇❤
"Don't you think 'Mark is kind of a weird name for a Shadowhunter?" Julian was saying as Emma approached. "I mean, if you really think about it. It's confusing. 'Put a Mark on me, Mark."
-Cassandra Clare (City of Heavenly Fire)
Cristina: You do realize that murder is a crime, right?
Emma: Show me the law
Cristina: *hands her a book*
Emma: I’m not reading all of that
Emma: What’s the expression? Fool me once, shame on me. Fool me twice… fiddle-dee-dee
Mark: Fool me once, and I’ll be fooled for a day. Teach me how to fool people and I’ll be fooled for the rest of my life.
Ty: Actually it’s-
Kit: Fool me once, fool me twice, fool me chicken soup with rice
Emma: Yeah, I do believe that’s the expression
12 years old Emma: By the angel, Jace is so cool!
*meanwhile*
Jace: There’s no water in this bottle
Alec: You have to open it first, Jace
The TSC fandom, every Monday, just like clockwork:
Cameron: Help! I’ve fallen and I can’t get up!
Julian: Good. I hope you stay there for the rest of your life.
*Emma walks in*
Julian: oH mY gOD! CaMeRon, aRE yOu oKAy? wHAt happened tO yOu?
Mark: Justice is best served cold
Mark, giggling: Because if it were served warm, it would be justwater
Julian: Is that some kind of aftereffects from fairyfruit you ate or do I need to get sanitizer?
Kit: The opposite of Microsoft Office is Macrohard Onfire
The whole institute: STOP
Emma, holding Church: If you don’t kiss your cats on their soft little foreheads, what are you even doing?
Alec, looking at Chairman Meow: Yelling at them for trying to eat plastic
Will, singing Welsh songs:
Ragnor:
Ragnor:
Ragnor: do you take any requests?
Will: oh sure!
Ragnor: Please stop
Jules: he’s ok because he lied
Emma: she’s broken because she believed
Kit: Sbren, sbeve
Zara: What would you do if I was murdered?
Horace: Cry
Zara: Emma, what about you?
Emma: I’d run from the police.
Zara: Once I asked Siri why I’m single
Zara: Then Siri opened the front camera
The way that Emma nearly drowned and it turned Julian into a human GPS
Jem: Coca Cola can remove rust from metal, imagine what it can do to your body!
Kit: It gets rid of the rust
Jem: That’s not how it works…
Kit: Well, I’ve been drinking soda all my life and my body is rust free… not sure where you’re getting your facts from.
Mugger: *points gun* Your money or your life
Julian: Sure thing
Julian: *hands him his ID* You got 5 siblings but you are more like a mom than an actual brother to them. Oh, and you're running a whole institute by yourself since you were 12.
Mugger: No, I mean-
Julian: *already grabbing Emma’s hand and running away* You’re late for Ty’s recital
Emma: Before you insult someone, walk a mile in their shoes, because then you’re a mile away and you have their shoes.
Diego: WHERE ARE MY SHOES?
Inej throwing her knife at the Darkling has the same energy as Emma throwing hers at Sebastian in City of Heavenly Fire
Emma: I’m fine.
Julian: No, you’re not fine. How could you possibly be fine? You’ve been STABBED!
Emma: But I’ve been stabbed before, so it’s fine.
Julian: You don’t just develop an immunity to stab wounds!