so wide and meaty 😩😩
OMAR AYUSO — BUTT Magazine (2025)
Me encontré, varado, de pie, en una estación sin tren. En mi mano un boleto para una ciudad que no existe. A mi lado una maleta, llena de esperanzas muertas, que he acumulado a lo largo de estos años. Escucho el murmullo de una banda sin ritmo, al que baila un conjunto descoordinado. Observo sus tambaleantes pasos al compás de instrumentos discordantes, mientras la desafinada voz del cantante recita letras deprimentes. Y allí estoy yo, con un gato que ya no maúlla entre los pies, preguntando si tomar la ruta de ida o de regreso. De regreso a un hogar que ya no está allí o de ida a la incertidumbre del camino. Si me quedo, me cubriré de polvo y mi corazón de telarañas. Si me voy, es incierto si llegare. Cuando lo único que puedes perder es el miedo, lo único a lo que te arriesgas es a no ganar nada. ¿Cómo decides entre la seguridad de no tener nada y la incertidumbre de poder tenerlo todo? Me siento embriagado, más que los hombres de la caótica coreografía, embriagado de ilusiones que me dejan un mal sabor de boca. Mis ojos lloran, por las cenizas de flotan en el aire, de mis tantos planes que ardieron en la más cruel de las realidades. Mis manos tiemblan, por el frio viento que se lleva mis suspiros, todas aquellas palabras que no tuve la fuerza de decir. Pero no quiero y rehusó a seguir estancado en esta estación. Observando esta ridícula actuación de monotonía. Estos intentos fallidos de salir de una rutina. De escapar del vacío pozo de la vida que hemos excavado con las uñas. Me rehusó a seguir comiéndome las ganas de vivir. A lamentarme por los errores que no me atreví a cometer. Construiré con mis manos los rieles y aprenderé a montar bicicleta para recorrerlos. Llegare a un desierto en la frontera y fundare desde los cimientos la ciudad en que hare realidad mis sueño plantare las esperanzas que cargo en la maleta y las regare con mis lágrimas de dolor, hasta que sean satisfacción. Y las veré crecer, altas como un pino y fuertes como un roble, verdes como un bosque y tan amplias que darán espacio a mi imaginación. Y soñare, formando nubes con mi aliento y reiré, oyendo la música de mi alegría. Viviré, así me arriesgue a perderlo todo y buscare, amar y ser amado. Y el gato volverá a maullar, y el tren volverá a transitar. Veré a los hombres estar sobrios y a los músicos afinar sus instrumentos. Veré a mi amor sonreírle al firmamento y tomare su mano, disfrutando del camino aunque este perdido.
Atte. Apolo
Aunque me lo pidas no podría encontrar el inicio de la soga que nos une a ti y a mí. Tu fuiste la reacción química que nunca predije y los poemas que nunca quise escribir.
Nunca quise enamorarme de tu evasiva pero arrolladora sonrisa, ni pensé romperme con el tacto de tus dedos en mis nudillos. Aún así te grabaste en mi alma, forjandola con cada golpe que dabas a mi vida. Un impacto breve y sonoro, seguido de ausencia, luego repetir.
Podría contar cada uno de los besos que nos hemos dado, pues en todos ellos he dejado un trozo de mi, aún así, en ninguno de ellos has Sido mío. Porque tu corazón tiene grabado el nombre de alguien que nunca he sido yo y cuando ha sido efimeramente libre, el del corazón comprometido he sido yo. Cómo si estuviéramos condenados a solo amarnos en realidades alternas y solo tocarnos en las noches de luna llena.
Puesto que nuestra historia carece de que inicios y no alcanza un final. Es solo un nudo, un nudo eterno, que ninguno de los dos se atreve a cortar. Y no he podido dejar de hacerle barquitos de papel al amor que te tengo, ni he dejado el vicio de encenderle un cigarrillo a tu nombre cuando mi boca comienza a extrañar tu aliento. A pesar de eso le agradezco a la vida el que siempre, de alguna manera, seré tuyo, a pesar de jamás te he pertenecido.
Apolo
I am craving my V
I am fulfilling Vendetta
Dont you worry bout me
Coming to get you
I planted bombs
All over your fields
You just have
To step over one of them
And it's gonna set
A chain reaction in hell
And set demon loose
All the demons you
Cast over your life
Through all of this years
All I ever did
Was learning
Where the bricks of your walls
Were running weak
All I have to do
Is let them crumble
This is no war cry
Cause I have no army
This is no dispute
Cause you ain't no match
This is vendetta
Cry all you want
Or suffer in silence
I'm just gonna watch
Las peleas se quedan pequeñas
Cómo un pie de página en nuestras fotografias
Las deudas son solo un límite aplazado
Un nivel de dificultad extra en el videojuego que jugamos
Todo lo que no sea tu nombre en mis labios
Es una palabra extranjera sin peso en el diccionario
Todo lo que no sean tus dedos en mi cabello
Es una sensación fantasma que no quiero registrar
Cada martes te amo más que el lunes que pasó
Cada mañana me voy feliz sabiendo que volveré a verte hoy
Mi momento favorito del día es cuando vuelves
Cuando te veo llegar y se que tengo otra tarde y otra noche y otra madrugada en tus brazos
Vendería todo mi pasado por un futuro a tu lado
Y no tendría suficiente espacio en la piel para tatuarme todos los momentos que me has dado
Tu fuiste la bala de cañón que disparó la vida a mi cabeza
Para recordarme de un solo golpe contundente que estoy vivo y debo vivir
Ya no quiero soñar con una vida
donde puedo ser feliz
Porque no hay nada que los sueños ofrezcan
Que tú no me des
Solo quiero terminar los días con mi huella dactilar acariciando la cicatriz de tu hombro
Y tú voz susurrando te amo Pablo Javier
Solo quiero que así acaben mis mejores días
Sobre todo quiero que así acaben los peores.
Encendimos uno, uno para los dos, compartiendo. Inhala, pásalo, pásamelo. Quémame, sonríe. Era eso lo que existía. Lo que tenía. Mi fragmentado corazón, hecho pedazos. Tus agónicos sueños, confusa. ¿Qué quieres tú? ¿Que buscaba yo? ¿Compañía? Acompáñame a perderme. Y ardía, consumiéndose. Sonreí. Te veía y tus ojos me contaban la historia de tu vida. Me observabas buscando respuesta y mis ojos te respondieron. Se quemó hasta la colilla. Y la sensación se propago entre nosotros. Reíamos y reíamos, como drogados, pero más que el tabaco, fue la compañía. Lloramos, sin lágrimas y en silencio. Y las arenas del tiempo seguían cayendo. Los hilos de nuestros destinos se seguían desenlazando. Quería otro, querías otro, queríamos la compañía. Nos dejamos abrazar por el humo del otro y lo sabíamos, en el fondo sabíamos que se acabaría. Tus dedos danzando en la colilla, mis labios besando el filtro. Allí estábamos, sangrando, llorando, riendo en compañía. Y paso, mi universo llego al colapso y me perdí. Sin saber dónde estoy ni a donde iba. Y paso, tu sueño se estrelló y te perdiste. Sin saber a dónde ir. Y el dolor ya no dolía, solo existía. El cigarro ya no se consumía, solo ardía. Y en una nube de humo te perdí. En una nube de humo me desvanecí. ¿Dónde estás? ¿Dónde estamos? Y quería otro. Encendí otro. Inhale. Ardiendo. El humo se disipó y tú ya no estabas allí.
atte. Apolo
Recuerdo la primera carta que te escribí. Era un día soleado, en el cual el aire estaba invadido por el canto de gorriones y el ladrido de algún perro. Mi gato acechaba ronrones en las esquinas y el calor aplastaba mis brazos contra el escritorio. En mi mano la libreta sobre la que tantas veces había redactado. Un lápiz negro se deslizaba entre mis dedos, con el número 2 impreso en la madera y el borrador entre la ansiedad de mis muelas. Mis ojos bailaban sobre cada letra, cada signo. Desde la capital de cada oración hasta el desenlace en forma de punto. Mi corazón latía como perdido, confundido. Sin saber si era un error embriagarse de amor o si la mente era una irrazonable, que pensaba demasiado acerca de asuntos sobre los que no tenía el control. Un temor hacía temblar cada musculo de mi garganta. Tenía tanto que expresar que no había palabras que soportaran el peso de tantas emociones. No sabía ni que quería decirte. Contuve el aliento, pero este se amotino en mi contra y escapo como un doloroso suspiro. Forcé una lágrima desde la comisura de mis ojos, pero estas se negaban a salir y se volvió a escabullir a través de mis labios. Que tímidos eran mis sentimientos en aquel entonces. Un viento rebelde se deslizo entre las hojas de algún pino cercano y las hizo silbar. Uní mis dedos en una plegaria sobre mi cara. Sin saber si ya te amaba o me odiaba por sentirme de esta manera. Así de complicadas son las emociones en mi alma. Gotas de lluvia comenzaron a regarse sobre el suelo, a rodar por las paredes y a deslizarse sobre las ramas de los árboles. Mientras las gotas de mis ojos seguían en huelga, negándose a presentarse a trabajar. No sé cuánto dure en ese trance, ni cuál fue el impulso que consiguió hacerme salir. Solo sé que te escribí una sinfonía caótica y espiritual, que jamás llego a satisfacer todo lo que quería lograr.
La hoja se fue haciendo vieja. Se arrugo y se manchó, la tinta de las letras se corrió. Los sentimientos plasmados envejecieron y algunos murieron. Pasaron los días y los meses, meses en que mis emociones por ti solo crecieron, hasta que lo nuestro adquirió un cáncer terminal y fue muriendo lentamente, sin que ninguno pudiera rescatarlo. Y aquí me tienes otra vez. Sentado en el mismo lugar. En un día que quiere llorar y no puede, en que los gorriones ya han muerto y son sus hijos o sus nietos, los que invaden el aire con sus voces. En que el perro se ha quedado sin voz y a mi gato le han crecido canas, si es que sucede tal cosa. El lápiz negro se acorto tanto que tuve que cambiarlo y nuevamente el borrador se consumió por la ansiedad. Tuve que comprar una nueva libreta, pues la vida dio tantas vueltas que se agotaron las hojas. Las hojas de los pinos, sobre las que silbaba el viento, se secaron y cayeron y fueron reemplazadas. Y ese amor con el que tanto peleaba, que tanto me atemorizaba y por el que tanto quería llorar se quedó. Finalmente las lágrimas decidieron ponerse a trabajar y cayeron y vuelven a caer cuando la herida hace contacto con un recuerdo. Han aparecido nuevas heridas y nuevos rostros me han llevado a escribir. He plasmado más batallas emocionales en una hoja de papel. Y el amor que siento por ti no se ha desvanecido. Es un constante compañero de mi batalla contra la vida. Dejo de ser mi amigo hace ya mucho tiempo y finalmente hicimos las paces en algún momento. Pero jamás me abandono. Acá sigue, a mi lado, preguntándome si se de ti.
atte. Apolo
Suficientemente viejo
Para deberle la mitad de mi vida al estado
Y la otra mitad al plástico del banco
Suficientemente joven
Para que cuestionen lo mucho que se del amor
Lo tantísimo más que se del sufrir
Soy un toro de polvo de recuerdos
Un huracán atrapado en un globo rojo
Un camaleón de plastilina
Hijo de la madre que me pario
Con más dolor en su corazón
Que en sus entrañas
Hijo del padre que me abandono
Sin tartamudear o tocar su corazón
Cuando se trató de su felicidad o la mía
Hijo del padre que me adoptó
Que me amo con el gran miedo
De que yo no lo amara tanto como el a mi
Médico de los cuerpos de mis pacientes
Médico de las almas de mis amigos
Pero nunca médico de mi
Bipolar
Bisexual
Bicolor
Bugambilias
Cactus
Y mi árbol de San juan
28 años de ver a mi gente ir y venir
A mis amigos irse sin despedir
A mis amores arrancar pedazos de mi
Sigo vivo
A ratos sin ganas
A ratos sin intención
Pero sigo vivo
Con ganas de ver mas
Con ganas de amar mas
Porque Dios me dió el talento de amar
Y quiero enamorarme de mil paisajes
Enamorarme de un millón de sabores
Cuando era niño mi papá (el adoptivo) solía
Decirme que yo tenía tres papás
El que se quedó, el que me dejó y el divino
El primero me enseñó a dar todo al amar
El segundo me enseñó a tenerle miedo al amor
El tercero me regaló una capacidad inmesurable de amar
Dónde pongo todo este amor
Que duele si no se da
No sé hacer otra cosa que amar
Que amar y llorar cuando duele
Que amar y sanar cuando hiere
Que amar y sobrevivir cuando mata
-Apolo Pontífice-
Pensamientos nocturnos y cosas por el estilo. Javier/Bipolar/SaberQueSexual pero sexual/Causipoeta
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