Suficientemente viejo
Para deberle la mitad de mi vida al estado
Y la otra mitad al plástico del banco
Suficientemente joven
Para que cuestionen lo mucho que se del amor
Lo tantísimo más que se del sufrir
Soy un toro de polvo de recuerdos
Un huracán atrapado en un globo rojo
Un camaleón de plastilina
Hijo de la madre que me pario
Con más dolor en su corazón
Que en sus entrañas
Hijo del padre que me abandono
Sin tartamudear o tocar su corazón
Cuando se trató de su felicidad o la mía
Hijo del padre que me adoptó
Que me amo con el gran miedo
De que yo no lo amara tanto como el a mi
Médico de los cuerpos de mis pacientes
Médico de las almas de mis amigos
Pero nunca médico de mi
Bipolar
Bisexual
Bicolor
Bugambilias
Cactus
Y mi árbol de San juan
28 años de ver a mi gente ir y venir
A mis amigos irse sin despedir
A mis amores arrancar pedazos de mi
Sigo vivo
A ratos sin ganas
A ratos sin intención
Pero sigo vivo
Con ganas de ver mas
Con ganas de amar mas
Porque Dios me dió el talento de amar
Y quiero enamorarme de mil paisajes
Enamorarme de un millón de sabores
Cuando era niño mi papá (el adoptivo) solía
Decirme que yo tenía tres papás
El que se quedó, el que me dejó y el divino
El primero me enseñó a dar todo al amar
El segundo me enseñó a tenerle miedo al amor
El tercero me regaló una capacidad inmesurable de amar
Dónde pongo todo este amor
Que duele si no se da
No sé hacer otra cosa que amar
Que amar y llorar cuando duele
Que amar y sanar cuando hiere
Que amar y sobrevivir cuando mata
-Apolo Pontífice-
Cuando muera sepultenme:
Con mi poema de Rimbaud
Para darme valor en el camino
Y mi álbum de Dan Reynolds
Para hacerme sentir comprendido
Con una cajetilla de Marlboro rojo
Para los días de nostalgia
Y una onza de sativa
Para las noches sin fragancia
Una botella de Carolina Herrera
Para sentir cerca a mi padre
Y un estuche de bolígrafos morados
Para pensar en mi madre
Mi baraja de tarot
En la bolsa azul que tejio mi abuela
Un par de guayabas
Del árbol que plantó mi abuelo
El control de la consola
Que compartía con mi hermano
Y el libro de mandalas
Que coloreaba con mi hermana
El peluche de pingüino
Que me regaló mi mejor amigo
Y una copia de la pelicula
Con la que llore con el que ya no está conmigo
La foto enmarcada de la tarde
En qué mi amor fue a buscarme
Y el primer poema que escribi
Cuando supe que no podría escaparme
Son pocas las cosas que amo
Que me hacen feliz cuando estoy roto
Lo intente. Te juro que lo intente. Sentarme y dejarme llevar. Dejar que mis manos danzaran con la tonada de mi mente y escribieran una sinfonía de mis sentimientos, pero no pude. Se me ha vuelto tan difícil explicar todo lo que siento. Se me ha hecho tan raro eso de expresarme. Como si mis emociones no fueran propias. Fueran implantadas desde otra alma. Ajenas a mi mundo interno. Me siento un extraño en mi propio cuerpo. Desconozco a mi propia mente. Pregúntame como estoy y mi mente se encuentra en blanco. No se ya si me siento de una u otra forma o sencillamente estoy tan acostumbrado a determinadas sensaciones que cualquier otra opción me resulta imposible de reconocer. Como si estuviera encerrado en una caja sin la capacidad de ver más allá de cuatro paredes, un techo y un suelo. Es como vivir con un extraño sin dirigirle la palabra. Intentando entender costumbres que no son tuyas. Es como caminar en un cuarto oscuro, en el que no importa a donde avances todo te resultara igual. La misma mierda cada día. Despertar de madrugada, sudando, después de una pesadilla. Abrazar la almohada sin poder llorar porque no sé si lo que siento es miedo, pero algo en mí me dice que esa es la respuesta natural. ¿Queda algo de natural en mí? Volver a conciliar el sueño solo para despertar por la mañana sintiendo que es todo un sueño. Reír cuando los otros ríen; sonreír, saludar, comer. El tabaco me sabe a ceniza. La lluvia me moja porque es agua, pero yo no lo siento. Escuchar mi voz como si fuera un instrumento extranjero y desafinado. Verme en el espejo y tener esa sensación de ver fotografías familiares viejas, con tantos rostros que a personas cercanas a mí les pueden resultar familiares, más a mí no me producen ni ternura ni rencor. Un extraño con quien estoy tan familiarizado. ¿Estoy cansado? ¿De qué estoy cansado? ¿De tanto hacer nada? Es el efecto de aquella herida, cuyo dolor ha pasado tanto tiempo contigo que ya no duele, solo existe. Es lo que pasa cuando estás tan mojado que ya no sientes frio, pero si dejara de llover comenzarías a temblar. ¿Es que acaso estoy temblando y no lo noto? ¿O es que ardo en llamas y mi piel ya se ha carbonizado? ¿Qué ocurre cuando acá todos me entienden menos yo? ¿Cómo estas, querido extraño que vives conmigo?
Atte. Apolo
Éramos como adolescentes, culpando a los demás por no entender los sentimientos de los que nunca nos atrevimos a hablar. Éramos como ancianos, viendo en las nubes la silueta de momentos muertos y en la lluvia los reflejos de una vida que jamás llegaríamos a tener.
Realmente éramos atemporales, con una mente vieja, fragmentada, atormentada. Con un cuerpo joven, lleno de un instintivo deseo por experimentar las sensaciones del mundo por toda la piel.
Eras mi intento de redención y yo tu prorroga de vida. Me quisiste inadecuadamente, yo te quise insatisfactoriamente. Y nos amábamos, pero tu amabas mas a tu monopolio del dolor y yo a mi misión de supervivencia.
La noche de tu partida me dio una bofetada en el alma, equivalente a un camión de carga golpeándome de lleno en el pecho. Me entumeciste las ganas de sentir, de querer. Mas los recuerdos de nuestros atardeceres silenciosos a orillas del Atlántico volvieron, junto a las risas en cafeterías perdidas y los llantos compartidos bajo un centenar de cielos nocturnos.
Te solté
Como esa exhalación cuando te piden que respires previo a una punción.
Te deje ir
Como el metro que no podría parar ni con el cuerpo entero sembrado sobre los rieles.
Tu te marchaste a la fría ciudad de tu inspiración. Yo armo las maletas para perseguir el sueño de un mejor yo, más allá de la frontera, más allá de toda expectativa.
Renuncie a la misión de sobrevivir porque se me quedo pequeña, así como renuncie a ti porque el refugio que nos construí se te quedo pequeño.
Renuncio a ti
A odiarte
A quererte
Me entrego a mi
Y mis recuerdos de ti se los entrego al silencio, ese que queda entre cada palpitar.
-Apolo pontífice-
Es que lo quiero todo. Las tardes cocinando y discutiendo sobre la receta correcta a seguir, entre tu obstinada decisión de hacer todas las recetas lo más tradicionales posibles y mi deseo infantil de siempre experimentar. Las fiestas llenas de color y musica y formulas químicas, verte bailar entre el tumulto y que parezca no existir otro cuerpo mas que el tuyo, sentir como me buscas siemore en la pista y como siempre me tomas de la mano para no perderme. Quiero las peleas en el coche porque dices que soy imprudente al manejar pero aun así tengo la certeza de que no te sientes seguro con nadie más al volante que conmigo. Quiero verte discutir con el gato que dices odiar, al que llamas apestoso siempre que lo saludas al regresar, porque se que como Shakira es por qué has aprendido a quererlos, porqué te he visto buscarlo para acariciarlo cuando te distraes y bajas la guardia. Quiero enseñarte a quererme aunque me pueda parecer imposible y aterrador, porque sé que soy particular y peculiar y lleno de rarezas e intereses que parecen no tener sentido entre sí pero en mi forman parte de la jungla que existe en mi cabeza. Quiero estar en todo tu camino de sanación, aunque no pueda caminar por ti, aunque sea duro, aunque te de miedo, aunque duela, quiero acompañarte en cada paso que des en el. Quiero estar junto a ti en todas las madrugadas que una pesadilla te hace respirar agitado entre tu sueño y comienzas a gritar dormido, para abrazarte y susurrarte al oído: "estoy aquí y todo está bien, estás en casa". Quiero verte bailar borracho una y mil veces más y verte reír hasta ahogarte todos los días de mi vida y tampoco quiero perder un solo llanto que pueda secar con un abrazo o un solo mal día de trabajo en que pueda ser tu refugio.
Contigo supe desde la primera mirada que quería esa certeza de la incertidumbre. La certeza de saber que te quiero conmigo a través de toda la incertidumbre que la nos traería.
I used to think of love like a sensation. Something completely different from anything I've ever felt. Then I understood that love is more like an expansion, a powerful intensification of every feeling, of every sensation provoqued by that someone you love. Happiness us stronger, sadness is stronger. You care more, you miss more, you need more, you hurt more.
No quiero tu permiso ni el de nadie para pasármela bien.
Que mi hedonismo sea un acto anarquista y revolucionario.
Pensamientos nocturnos y cosas por el estilo. Javier/Bipolar/SaberQueSexual pero sexual/Causipoeta
116 posts