Enjoy Breakfast 🦶🏼🔥👅🦶🏼🔥👅🦶🏼🔥👅🦶🏼🔥👅🦶🏼🔥👅

Enjoy breakfast 🦶🏼🔥👅🦶🏼🔥👅🦶🏼🔥👅🦶🏼🔥👅🦶🏼🔥👅

IG:@pedropablo.photo

More Posts from Camaleondeplastilina and Others

9 months ago

No estoy enamorado. Despierto y siento sin abrir los ojos tus manos en mi pecho, tu aliento en mi cuello, los pequeños temblores que te producen tus constantes pesadillas. Siento el vapor del baño al entrar en la ducha, deslizo mis dedos sobre los rincones que tocaste anoche, los rincones dónde me amaste. Me limpio con delicadeza, con miedo de romper el encantamiento de tu amor sobre mi piel. Nos despedimos, tu aliento a café por la mañana, mientras bailas al ritmo de tu pop excesivamente dulce que no soporto, pero como me disfruto verte bailar. Sostengo tu cara cuando te beso, cuando te digo adiós, para grabar en mi memoria lo más fresco posible tu rostro, para estás horas en qué te voy a extrañar.

Pienso en ti, entre cada expediente, entre cada paciente, entre cada latido de cada corazón que escucho. Hay rastros de ti por toda mi vida. Suspiro, no estoy enamorado, pienso. No estoy enamorado. Vuelvo a casa, a la hora dorada, a ver el sol cayendo en el balcón. A esperar el sonido clave que hace vibrar mi corazón. El golpe de tus dedos en la puerta, el movimiento del mecanismo de la chapa girando, tus pasos. Estás devuelta. Busco tus manos y tus besos y tus ojos.

Al anochecer empezamos siempre igual. Mi oído sobre tu pecho, mi mano recorriendo el tatuaje del viajero sobre tu esternón, dibujando hechizos para grabar mi amor sobre tu cuerpo. No estoy enamorado. Esto contigo es más penetrante que un enamoramiento. No estoy enamorado. Cuando estoy contigo me convierto en el amor mismo. Cuando estoy contigo quiero más de esta vida. Del sufrimiento, del dolor, de la tristeza. De todas esas cosas malas que tú rompes con una sonrisa y uno de tus besos.

No te mentire, cualquier sentimiento desconocido me aterra, el perder todo esto hermoso me aterra aún más. Que miedo tan angustiante imaginar el sufrimiento de perderte. Pero cuando estoy contigo me convierto en el amor mismo. No estoy enamorado de ti, el enamoramiento es un sentimiento perecedero. Lo que siento por ti es un Arcano mayor en mi vida. Si te vas tendré que crearme una nueva vida.

No quiero tu permiso ni el de nadie para pasármela bien.

Que mi hedonismo sea un acto anarquista y revolucionario.

8 years ago

¿Los hombres se regalan flores?

Recuerdo bien ese día. Me encontraba yo entre la sociedad, entre una multitud de rostros. Muecas despreciables y engañosas. Bocas torcidas y gestos perversos. Miradas heridas y tristes, tantas miradas y entre todas esas miradas, estaba la tuya. Me mirabas y mi mundo entero parecía concentrarse en esos ojos. En el único par de ojos que no huían de la oscuridad de mis pupilas. Allí estabas, sonriendo. Con tu sonrisa triste y cansada, tan tierna que estremece cada fragmento de mi quebrada existencia. Allí estabas tú, parado en medio de la nada, tan solo. Allí estaba yo, temblando de frio y cansado de vivir, completamente abandonado. Ambos rodeados de tantos rostros vacíos. Ambos acompañados únicamente de la soledad.

El sol entraba a través de cristales empañados con lágrimas secas. Recuerdo que apenas pude sostener la intensidad de la conexión entre nuestros ojos, pero fue suficiente para que tu rostro quedara grabado en mi memoria y tu sonrisa en mi corazón, mi temeroso y débil corazón. Ese momento domino completamente los torcidos pensamientos de mi cabeza durante todo el día y lo escondí, en lo más recóndito de mi mente. No quería que nadie viera. Poco me imaginaba que ese día comenzaría lo que sería, la más intensa de mis aventuras hasta ahora. Me encontraba yo tan frágil y débil en ese momento. A penas habiendo salido de una cruenta batalla en que mis sentimientos habían salido desgarrados. Tu solo me mirabas. La verdad no sé cuánto tiempo lo hiciste, pero la sensación que embargaba todo mi ser se mantuvo en el ambiente por el resto del día.

Recuerdo que los días pasaron y que poco a poco la sensación se fue apagando, hasta desvanecerse. Caminaba yo sin pensarlo. Vivía solo porque no estaba muerto y me movía con las masas, pensando en tantas cosas que al final no pensaba en nada. Solo quería una respuesta y entonces, allí estabas. Sentado, tan tranquilo y me mirabas. Tu mirada parecía penetrar en mí ser y perderse en el interior de mi debilidad humana. Sonreías y yo no podía dejar de verte temblando. Me sentía tan vulnerable e indefenso, pero tampoco sentía necesidad alguna de protegerme. Mi corazón convulsionaba en mi interior y por unos segundos, me volví a sentir tan vivo.

Recuerdo que los encuentros entre tu mirada y la mía se repitieron varias veces. Cada uno era igual de intenso que el anterior. Cada uno me hacía pensar más y más tiempo en ti. Preguntarme quien eras y que era lo que buscabas en mis ojos. Aun así no me preocupaba. Tenía tanto encima que no tenía tiempo para sentirme atrapado por ti, puesto que me sentía amordazado por mis pesares y mis culpas. Aun así cada vez que te miraba me sentía más tranquilo, porque de alguna manera sentía que nos acompañaba la misma soledad y que eso de alguna manera, significaba que nos acompañábamos mutuamente. Al menos así me sentía yo.

 Recuerdo que el día que eso cambio el sol me quemaba los ojos. La nicotina aun transitaba mis venas y la risa salía forzosamente por mi garganta, no era más que un ejercicio para no perder la habilidad. Yo escuchaba las voces que me rodeaban y tenía la mirada perdida en el paisaje. Entonces paso. Tu esencia se difundió por el aire y en el instante sentí tu mirada sobre mí. Te veía sonreír y tú me veías temblar, aunque no sabías que estaba temblando. Me sonroje y no te pude quitarte la vista de encima. Cuando desapareciste recuerdo que me quede tan vacío y tan intrigado. Ese fue el día en que comencé a buscar tu mirada. Cada vez que caminaba entre las personas, que me sentaba bajo la sombra o que inhalaba un poco del aliento de la muerte, buscaba tus ojos. Solo quería volver a sentirme vivo.

Recuerdo que los días pasaron y tus ojos no se asomaron, hasta que me encontraste. Sabias mi nombre y ahora yo conocía el tuyo. La emoción era embriagante y no sabía que sentimiento era más fuerte, el miedo o la alegría. La intensidad de lo que tus ojos provocan en mi me atemoriza, pero la belleza de la sensación que dejan me hace sonreír esperanzado. De repente luchaba con una imagen en un monitor, intentando buscar en ella el mínimo rastro de lo que tus ojos provocan en mí. Durante horas estuve observando tu imagen, deseando encontrar en ella algún indicio del porqué de esta conexión. Al día siguiente todo lo que quería era verte y que tu no me vieras. Quería observarte desde la distancia y solo verte pasar. Verte sonreír. Ver que estabas vivo y averiguar si eso me hacía sentir igual de vivo. Me encontraba en un dilema en que no quería verte porque no quería me vieras y al mismo tiempo moría por hacerlo porque necesitaba observarte.

Recuerdo que, por cosas de la vida tu presencia parecía atraerme, pues te encontré. Estabas de espaldas y yo solo me paralice. Te observaba leer y esforzarte por aprender alguna lección. Por un momento pensé en sentarme a tu lado y solo verte, sonreír y luego marcharme. Sin embargo el miedo era más fuerte que el deseo y comencé a huir silenciosamente. Aun así tu tienes un efecto adictivo sobre mí, pues las ganas de sentirte cerca solo aumentaron. Cuando volviste a aparecer y me viste, apenas pude aguantarte la mirada. Comencé una lucha masoquista entre la opresión de tus ojos sobre mí y mi enorme deseo de verlos. Te posicionaste de tal manera que nos separaba una puerta de madera y lo único que podía ver eran tus pies. Comencé el fracasado intento de leer tus pensamientos por medio de tus pasos. Me preguntaba si me habías visto, si querías verme. Como todo tiende al equilibrio en esta vida, de la misma manera en que apareciste, te desvaneciste. De repente no estabas y yo me quedaba tan vacío. Con ganas de salir corriendo a buscarte.

Recuerdo que esa noche charlamos. En cuanto vi tu mensaje el mundo parecía contraerse y luego explotar entorno a mí. En cuestión de segundos calcule cada posibilidad, cada respuesta y sencillamente te respondí. Yo te pregunte el “por qué” que tanto me atormentaba y tú frenaste mi impulsividad. Propusiste un juego que me resulto de lo más encantador, después de tanto tiempo sin jugar la experiencia me parecía fascinante. Recuerdo que tú preguntabas y yo respondía, que posteriormente los papeles se invertían. Yo media cada pregunta, la planificaba intensamente y a través de preguntas aparentemente simples intentaba leer las palabras escondidas de tus respuestas. En contraste total con mis preguntas, mis respuestas en cambio eran totalmente espontaneas, tan sinceras y tan honestas, que dejaban al desnudo todo mi ser, pero nunca sentí necesidad de cubrirlo. Hablar contigo me resultaba tan natural.

Recuerdo que las preguntas lentamente iban aumentando de profundidad y sin avisar todo sencillamente exploto. No sé quién de los dos detono la bomba, solo sé que ambos la armamos. Nuestra tristeza, nuestra soledad y nuestros miedos comenzaron a brotar como hormigas defendiendo su hogar, pero no peleaban entre ellas, si no que de alguna manera parecían complementarse. La sinfonía de tu boca y los versos de la mía parecían formar una bella pieza musical. Esa noche acordamos vernos al día siguiente y yo no sabía que esperar de esto, de ti, de mí.

Recuerdo que me levante muy emocionado. No sabía ni que ponerme y tampoco importaba realmente, solo esperaba que hiciera que me vieras. El camino se me hizo eterno y deseaba no ser gato, sino ser un águila o al menos un colibrí, para salir volando y evadir los obstáculos terrestres. Cuando te vi deseaba sorprenderte, no tenía idea de qué hacer cuando te tuviera cerca, pero intente acercarme sigilosamente. Aun así mi nerviosismo y mis ganas de ver tus ojos parecieron delatarme. Por primera vez hice contacto con tu piel y aunque solo fue por unos segundos que tu mano choco con la mía, grabe la sensación en mi memoria para el resto del día, quizá para el resto de la vida.

Recuerdo que entramos a un salón y nos retiramos al fondo. Tú comenzaste a pelear contra el silencio contándome de tus aficiones. Yo solo quería verte hablar y grabar tu voz en mi memoria. Escuchaba atentamente a todas tus manías y tus excentricidades. Atentamente veía y oía todas tus peculiares aficiones que me parecen tan bellas y tiernas. Tu mirada ya no me hacía temblar, pero aún me hacía sentir muy vivo. Me preguntaba cómo se sentía tu piel y cuál era el olor de tu cabello. Me cuestionaba que pasaba por tu cabeza. Salimos de allí y nos fuimos a sentar. Me senté primero deseado que te sentaras a mi lado, en cambio elegiste poner una mesa de muralla entre nosotros. Pensé por un momento cambiarme de lugar, pero no quería incomodarte, pues ya conocía tus miedos. Recuerdo que terminamos hablando de tus temores y solo conseguiste remover en mí el recuerdo de cómo me sentía yo cuando los tenia.

Recuerdo que me dijiste que lo que querías era un amigo, no era que no desearas otra cosa, sencillamente preferías un amigo y quizá, solo quizá, podría ser que algún día de una amistad saliera algo más. Notaste la decepción en mi mirada o la escuchaste en mi tono de voz, no sé qué fue lo que me delato. Yo solo te mentí con la verdad. Al final te dije que lo único que quería era darte lo que querías, lo cual es cierto. Te dije que lo mejor que podía hacer seria acompañarte, lo cual es verdad. Te dije que sabía que tarde o temprano me lastimarías, de lo que estoy seguro. Te dije que eso no significaba que me alejaría de ti, cosa que es un hecho. Lo que no te dije, era que en el fondo moría por besarte. Lo que no te conté, era que yo tengo más miedo que tú, pero yo tengo más experiencia ocultándolo. Lo que te oculte es que en el fondo, solo soy un niño asustado que ruega por un poco de amor reciproco. Porque si, mi corazón funciona de manera diferente de la del resto de personas. Nunca he necesitado que me quieran para querer, ni que me amen para amar. Quiero por decisión propia, amo por razones de mi corazón. En lo que te mentí, fue cuando te dije que no estaba decepcionado, porque si lo estoy, profundamente decepcionado… de mí. De no poder hacer más. De no poder arrancarte el miedo como quisiera. De no poder demostrarte que el amor no se elige y que venga de donde venga, el amor es amor.

Recuerdo que comencé a pensar en cuanto tiempo pase en el mismo dilema que tú. Por un momento comencé a discutir con todas las voces de mi cabeza intentado decidir si debía alejarme por ti, por mí o no debía hacerlo. Sencillamente concluí que era tonto pensarlo puesto que, aunque quisiera alejarme, aunque me lastimara estar contigo, ya era adicto a tu presencia.  No importa lo que pase, va en contra de mi naturaleza abandonar a las personas. Tome tu mano por primera vez y solo quería entrelazar nuestros dedos, pero no quería aferrarme a ti. Comencé a leer cada uno de tus falanges sin decirte una palabra de lo que halle. Tú escribiste mi nombre en tu cuaderno y me lo regalaste. Subestimaste el valor que yo le doy a las cosas insinuando que podía desecharlo si quería. Realmente no te imaginas que las cosas más simples son las que más valor tienen para mí. No tienes idea alguna de lo que esa hoja significara para mí el resto de mi solitaria existencia.

Recuerdo que nos levantamos y caminamos otro rato, buscando un sitio que no tuviera una barrera entre nosotros. Volví entonces, después de mucho tiempo, a un sitio donde había dejado muchas emociones. Donde había derramado muchas lágrimas. Donde había dado tantos besos. Donde me habían apuñalado no por la espalda, si no lentamente por el pecho. Mas el estar contigo, hacía que no importara. El dolor de esa herida parecía haberse desvanecido ya para siempre. Tú cortaste una flor de un árbol y me la regalaste. Sentí su aroma y comencé a pensar tantas cosas. ¿Los hombres se regalan flores? Esa flor. Esos pétalos amarillos me parecieron un regalo tan extraño, peculiar e inusual. Aun así, me parecía el regalo más sencillamente tierno y lindo que alguien me haya hecho. Jugué un rato con la flor en mi mano y la guarde. Me trague las ganas de llorar y comencé a abrir aún más mi corazón contigo, esperando así sacarte un poco de tristeza, al meterla dentro de mi alma. Mis esfuerzos fueron en vano pues éstas fuertemente sellado.

Recuerdo que fui sincero contigo y te conté mi propósito en este mundo. Te hable de lo triste que se ha vuelto mi vida y de cómo he dejado de interesarme por ella. Te revele que mi principal propósito en este momento es hacerte sonreír de verdad. Tu solo me abrazaste. Yo moría por hacerlo también. Por aferrarme por un momento a ti y sentirme seguro, a la vez que te protegía. Pero sabía que si lo hacía terminaría llorando en tu hombro y quizá no podría controlar las malditas ganas de arrancarte la tristeza. Me calle tantas cosas y solo te pedí que me dejaras acompañarte. Nos ocultamos de la lluvia y nos sentamos un poco más cerca. El calor de tu cuerpo parecía tener un efecto hipnótico sobre el mío. Bese tu mejilla y tú te recostaste en mi hombro. Te rodee con un brazo y tomaste mi mano. La besaste y yo quería llorar en ese momento. Termine recostado sobre tu pierna y charlamos otro rato. Tu intentabas decirme algo de muchas maneras diferentes y yo no entendía nada de lo que decías, estaba muy ocupado traduciendo el único lenguaje que sé que no puede mentir, el de tus ojos. Parecías sentirte feliz o al menos contento. Esperaba así fuera, eso me hacía sentir un poco mejor conmigo mismo. El tiempo pareció escaparse de mis manos y llego la hora en que te marchaste. Cuando te fuiste y te vi alejándote, solo sentía como gradualmente me arrancaban la sensación de estar vivo y pasaba a un profundo estado catatónico.

Recuerdo bien todo esto. Ahora me acompañara por toda mi vida. Solo espero que no sea el final de nuestros recuerdos, pues hay mucho que quiero hacer contigo. Tanto que voy a mostrarte. Solo espero que me lo permitas. Quisiera que entendieras que cuando te veo a los ojos y te sonrió tiernamente, es porque cuando hago eso consigo enterrar mis lágrimas dentro de mí. Quisiera que supieras que cada vez que suspiro es un beso que no te doy, aunque muero por hacerlo, pues sé que es quizá el método más eficaz para extirpar la depresión. Quisiera que vieras las cosas como yo, pues no puede ser que el amor, que no daña a nadie más que a quienes lo sienten, este mal. Quisiera que me creyeras cuando te digo que yo solo quiero hacerte feliz y no podría hacerte daño ni abandonarte. Quisiera estar contigo y nunca dejar de sentirme vivo. Quisiera, solo quisiera, saber porque es tan malo es que los hombres se regalen flores. Quisiera tanto decírtelo. Decirte este sentimiento inexplicable que comienza a quebrantar mis murallas nuevamente buscando salir. Pero sé que no me creerías. Yo tampoco lo creería de no ser porque lo siento. Porque no puedo evitar sentirlo. Aunque acabamos de conocernos. Aunque para ti este mal. Aunque tus temores sean tan enormes. Aunque yo esté tan quebrado. Aunque el mundo esté en contra de ello. Aunque tú no puedas creerlo. Aunque parezca completamente imposible e ilógico que suceda esto tan rápido. Aunque tú no quieras que pase todo tan aceleradamente. A pesar de todo eso no puedo evitar sentir, que de alguna manera, la profunda tristeza de tus ojos y la soledad que compartimos. Lo hermoso de tu ser y las sensaciones que provocas en mí. La flor que me regalaste y mi nombre en tu cuaderno han provocado que yo me esté enamorando, tan alocadamente, como mi corazón hexagonal puede hacerlo.

Atte.: Apolo.

8 years ago

Aquello que permanece

Recuerdo la primera carta que te escribí. Era un día soleado, en el cual el aire estaba invadido por el  canto de gorriones y el ladrido de algún perro. Mi gato acechaba ronrones en las esquinas y el calor aplastaba mis brazos contra el escritorio. En mi mano la libreta sobre la que tantas veces había redactado. Un lápiz negro se deslizaba entre mis dedos, con el número 2 impreso en la madera y el borrador entre la ansiedad de mis muelas. Mis ojos bailaban sobre cada letra, cada signo. Desde la capital de cada oración hasta el desenlace en forma de punto. Mi corazón latía como perdido, confundido. Sin saber si era un error embriagarse de amor o si la mente era una irrazonable, que pensaba demasiado acerca de asuntos sobre los que no tenía el control. Un temor hacía temblar cada musculo de mi garganta. Tenía tanto que expresar que no había palabras que soportaran el peso de tantas emociones. No sabía ni que quería decirte. Contuve el aliento, pero este se amotino en mi contra y escapo como un doloroso suspiro. Forcé una lágrima desde la comisura de mis ojos, pero estas se negaban a salir y se volvió a escabullir a través de mis labios. Que tímidos eran mis sentimientos en aquel entonces. Un viento rebelde se deslizo entre las hojas de algún pino cercano y las hizo silbar. Uní mis dedos en una plegaria sobre mi cara. Sin saber si ya te amaba o me odiaba por sentirme de esta manera. Así de complicadas son las emociones en mi alma. Gotas de lluvia comenzaron a regarse sobre el suelo, a rodar por las paredes y a deslizarse sobre las ramas de los árboles. Mientras las gotas de mis ojos seguían en huelga, negándose a presentarse a trabajar. No sé cuánto dure en ese trance, ni cuál  fue el impulso que consiguió hacerme salir. Solo sé que te escribí una sinfonía caótica y espiritual, que jamás llego a satisfacer todo lo que quería lograr.

La hoja se fue haciendo vieja. Se arrugo y se manchó, la tinta de las letras se corrió. Los sentimientos plasmados envejecieron y algunos murieron. Pasaron los días y los meses, meses en que mis emociones por ti solo crecieron, hasta que lo nuestro adquirió un cáncer terminal y fue muriendo lentamente, sin que ninguno pudiera rescatarlo. Y aquí me tienes otra vez. Sentado en el mismo lugar. En un día que quiere llorar y no puede, en que los gorriones ya han muerto y son sus hijos o sus nietos, los que invaden el aire con sus voces. En que el perro se ha quedado sin voz y a mi gato le han crecido canas, si es que sucede tal cosa. El lápiz negro se acorto tanto que tuve que cambiarlo y nuevamente el borrador se consumió por la ansiedad. Tuve que comprar una nueva libreta, pues la vida dio tantas vueltas que se agotaron las hojas. Las hojas de los pinos, sobre las que silbaba el viento, se secaron y cayeron y fueron reemplazadas. Y ese amor con el que tanto peleaba, que tanto me atemorizaba y por el que tanto quería llorar se quedó. Finalmente las lágrimas decidieron ponerse a trabajar y cayeron y vuelven a caer cuando la herida hace contacto con un recuerdo. Han aparecido nuevas heridas y nuevos rostros me han llevado a escribir. He plasmado más batallas emocionales en una hoja de papel. Y el amor que siento por ti no se ha desvanecido. Es un constante compañero de mi batalla contra la vida. Dejo de ser mi amigo hace ya mucho tiempo y finalmente hicimos las paces en algún momento. Pero jamás me abandono. Acá sigue, a mi lado, preguntándome si se de ti.

atte. Apolo

7 months ago

Me declare la guerra a mi mismo

A mis miedos y mis prejuicios

A mis ataques de pánico y los terrores nocturnos

Al miedo de despertar solo a mitad de la noche

Declare la guerra a los fantasmas que viven en las cicatrices.

A los pensamientos intrusivos que invaden mi mente

A los recuerdos de todo lo que podría haber Sido y no fue.

A el agobiante dolor asfixiante de simplemente no saber que hacer.

Una guerra sin cuartel contra el sabor a derrota en cada victoria

El olor a tristeza en todos los momentos felices,

La sombra del fracaso en cada logro,

Y la soledad que queda entre cada abrazo.

No dejaré espacio para todo lo que odio de mi,

Mataré de hambre todas mis preocupaciones,

Dejaré sin agua a todos los que hubiera sido,

Solo quiero paz, solo cabe paz.

Voy a luchar contra mi,

Contra todo lo que odio de mi,

Hasta que se me acabe vida

Sintiendo que lo he vivido todo.

-Javi-

Me Declare La Guerra A Mi Mismo

Tags
3 months ago
OMAR AYUSO — BUTT Magazine (2025)

OMAR AYUSO — BUTT Magazine (2025)

3 months ago

look at this view and enjoy it boy

Te extraño tanto

Que no quiero que vuelvas

Nunca mas

11 months ago

Me diste besos sabor a vino tinto de Bordeaux

Me diste abrazos qué disiparon todos los cuerpos menos el tuyo

Me diste tu mano para tirar de mi entre las multitudes

Me diste valor

Desde esa primera mirada

Maldita mirada

Bendita mirada

Mirada asesina

Ese día entendí

Que las miradas si matan

La tuya me arrolló

Y yo le abrí cada una de mis murallas

Era como si tuviéramos un complot

Un plan silencioso para entregarnos

Para dejarnos tomar del corazón por el otro

Esperando y sabiendo que no nos lo arrancariamos

Siento que te conozco de toda mi vida

Y que tengo toda una vida para conocer todo de ti

Como un viaje de un estupefaciente del que no puedo bajar

Temiendo el momento en que me alcance la abstinencia.

En verdad creo que estábamos predestinados

Para hacernos felices

O para destruirnos

Pero predestinados al final

-Bajenme, Apolo-


Tags
  • huuugemusclestuds
    huuugemusclestuds liked this · 2 months ago
  • super-smash-hoes97
    super-smash-hoes97 liked this · 2 months ago
  • righthererightnow728
    righthererightnow728 liked this · 2 months ago
  • abq0211
    abq0211 liked this · 2 months ago
  • noseintoes
    noseintoes liked this · 2 months ago
  • danilo-bln
    danilo-bln liked this · 2 months ago
  • johnnyboy-57
    johnnyboy-57 reblogged this · 2 months ago
  • justanothertw
    justanothertw liked this · 2 months ago
  • 1yzrmizr
    1yzrmizr liked this · 2 months ago
  • sagglowshorts
    sagglowshorts liked this · 2 months ago
  • mellus999
    mellus999 liked this · 2 months ago
  • boyff
    boyff liked this · 2 months ago
  • timewasblog
    timewasblog liked this · 2 months ago
  • pegasus-omega
    pegasus-omega liked this · 2 months ago
  • fullybabygardener-blog
    fullybabygardener-blog liked this · 2 months ago
  • brigandiros
    brigandiros liked this · 2 months ago
  • intrepidtrophycrest
    intrepidtrophycrest liked this · 2 months ago
  • teejayray
    teejayray liked this · 2 months ago
  • b33330
    b33330 liked this · 2 months ago
  • lightsredwonder
    lightsredwonder reblogged this · 2 months ago
  • spar-tan
    spar-tan liked this · 2 months ago
  • screaminglads
    screaminglads liked this · 2 months ago
  • jackass235
    jackass235 liked this · 2 months ago
  • seme-cookie
    seme-cookie liked this · 2 months ago
  • jeanwillrockyou
    jeanwillrockyou liked this · 2 months ago
  • zinowatch48
    zinowatch48 liked this · 2 months ago
  • uberswole
    uberswole reblogged this · 2 months ago
  • uberswole
    uberswole liked this · 2 months ago
  • sleepinghypnoguy
    sleepinghypnoguy liked this · 2 months ago
  • californiasleazeking
    californiasleazeking liked this · 2 months ago
  • rickeyrick09
    rickeyrick09 liked this · 2 months ago
  • coeurenplastique
    coeurenplastique reblogged this · 2 months ago
  • coeurenplastique
    coeurenplastique liked this · 2 months ago
  • chicagofeet85
    chicagofeet85 liked this · 2 months ago
  • ildarn
    ildarn liked this · 2 months ago
  • passat13
    passat13 liked this · 2 months ago
  • n2ftdc
    n2ftdc liked this · 2 months ago
  • ginobambino
    ginobambino liked this · 2 months ago
  • johnnyboy-57
    johnnyboy-57 liked this · 2 months ago
  • uwulikessocks
    uwulikessocks liked this · 2 months ago
  • josiahjosiahjosiah
    josiahjosiahjosiah liked this · 2 months ago
  • elijahscot1
    elijahscot1 reblogged this · 2 months ago
  • elijahscot1
    elijahscot1 liked this · 2 months ago
  • boyboh
    boyboh reblogged this · 2 months ago
  • boyboh
    boyboh liked this · 2 months ago
  • themissinglink123
    themissinglink123 liked this · 2 months ago
  • nicksuckseggs
    nicksuckseggs liked this · 2 months ago
  • rsp9720
    rsp9720 liked this · 2 months ago
  • gayjay-footie
    gayjay-footie liked this · 2 months ago
  • gaysex1424
    gaysex1424 liked this · 2 months ago
camaleondeplastilina - Superposición emocional
Superposición emocional

Pensamientos nocturnos y cosas por el estilo. Javier/Bipolar/SaberQueSexual pero sexual/Causipoeta

116 posts

Explore Tumblr Blog
Search Through Tumblr Tags