¿lo sentiste? ¿Al morir, lo viste? Siempre he considerado que la belleza de lo efímero yace en que el dolor que produce el final, solamente realza la hermosura del momento. los humanos siempre tan enamorados de la tragedia. Estarás de acuerdo conmigo al decir que fue una muerte dulce y suave, como el batir de alas de un colibrí. Pero debo decirte que no la considero una muerte limpia, la manera tan política en que lo manejamos, como dos rivales que se conocen tanto que toda contienda está destinada al empate, me resulta repulsiva. Ese momento en que convertimos el vínculo en negocio y nuestra delicada y sobrevalorada estabilidad se convirtió en prioridad. Allí fue cuando el tumor se convirtió en maligno y la fecha de caducidad fue impresa. Algunos dirán que resulta deprimente pensar en tanto tiempo invertido, en tanto esfuerzo, tanto llanto, tantos momentos, tanto valor, tanto cariño, tanto daño, tantos secretos. Tanto que hicimos para terminar convirtiéndonos en dos extraños que se conocen demasiado bien. A mí me parece que fue una inversión que valió cada pequeño gesto. En su momento fue mi pilar de salvación. Efímera pero necesaria, como todo en la vida. ¿Qué es infinito sino el cambio, cuando todo lo que es se convierte en algo más y no tiene otro destino más que ese? Progresa o muere, crece o disminuye, pero siempre existe. La verdad es que no puedo evitar que el olor a pasto en el viento me haga pensar en aquellas tardes sentados sobre alguna colina, observando el atardecer como si nuestra juventud fuera eterna. No puedo evitar extrañar aquellas noches desprovistas de sueño que llenábamos de un dialogo cómico y existencial. Escucharte llorar llego a ser una experiencia más íntima que la que trae el sexo a los amantes. Dime que tu no piensas en el dolor que compartimos al ver una orquídea. Dímelo y sabré que estas mintiendo. Si seguiremos entrelazados como gotas de lluvia cayendo sobre un charco, uniéndose en círculos concéntricos perpetuos, es verdaderamente incierto. Quizá permanecerás como una sombra en mi rostro, debajo de la comisura de mi sonrisa. Como una ojera que no me abandona, de aquel descanso que siempre me hará falta. Al final lo inevitable que tanto quisimos evadir nos atrapó. Esos cambios contra los que tanto luchamos juntos nos alcanzaron y nos cambiaron a nosotros también. Tú ya no eres esa niña que me hacía querer llorar cuando caía y era incapaz de admitir que le dolió. Yo ya no soy ese niño que no podía decir que no al momento de amar a alguien. Tú te has convertido en la incertidumbre del mismísimo océano y yo no soy más que un cobarde, que construyo una fortaleza rodeada de murallas para no ser tocado otra vez. Dime que no te produce al menos soltar un suspiro saber que esos días en que nos sentíamos infinitos se acabaron. Dime que no sentiste un escalofrió al darte cuenta que llego el fin del infinito. Atte. Apolo.
Oh but my mind, my fucking mind, excels at filling voids. I have so much of you to fill all the blank spaces you leave in your trails
Me toco un destino peor que la muerte
Me tocó seguir viviendo con su luto encrustado en la frente
Creo que los cristianos inventaron el infierno solo para pensar que los muertos sufren tanto como ellos.
Just me, after gym, getting playful with my feet and toes 🦶🏼🔥🦶🏼🔥🦶🏼🔥🦶🏼🔥🦶🏼🔥🦶🏼🔥🦶🏼🔥 … sometimes you gotta connect with the little joys in life.
Who else loves a good toe wiggle?
IG:@leochicosta
Enjoy breakfast 🦶🏼🔥👅🦶🏼🔥👅🦶🏼🔥👅🦶🏼🔥👅🦶🏼🔥👅
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Pensamientos nocturnos y cosas por el estilo. Javier/Bipolar/SaberQueSexual pero sexual/Causipoeta
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