Enero de 2019
Una larga duración no es permanecer al sentido, ni pasarlo, ni ocurrir con él; no pensar en ella es voltearse a la vida un momento y saberse muerto.
Juan Rulfo, Pedro Páramo
Junio de 2017
Tal vez, pensaba que, tener esta clase de tecnología sentimental entre mis manos, me ayudaría con tanto silencio que sujetan mis sentidos. No es extraño tanto dolor y tanto silencio. No. Me digo que esa ternura no es más que solo humanidad por mí. Y que es mentira. Que ella lo aparece todo.
Ahora, no es más que un sueño que nunca protegió (…)
Lun., 14 de dic. de 2020
Qué cosita la alegría en medio de ese pecho acelerado. Que por palabras tiene paisajes indescifrables e inocencia pintada de blancura. Pasitos sincronizados y constantes en el juego corre a que te atrapo y luego ya vemos qué inventamos. Risas y solo risas están permitidas en este juego, le digo, mientras lloramos y no esperamos el porvenir.
Las veces que le ha importado la curva que se forma en los labios cuando se está inexplicablemente triste (…)
01 de enero de 2020
Eres viento que baja de la montaña y fecunda mi corazón en invierno. Fuiste el grito que abrió mi garganta sin ninguna saña ni propósito, fuiste dolor y fiebre desencadenada; pregunta de siempre sin contestar. ¿Y si te contesto? ¿Dolerías menos? Es que a veces me acuerdo y sucede esto que te estoy contando con tanto cariño, y me revuelve los sesos, y el alma me llora escondida mirándome desde las faldas del corazón.()Entonces, todo impacto del pensamiento en la memoria cambia de dirección. Y los vientos soplan todas las palabras como acariciando el recuerdo de todos estos años. Y la misma pregunta incógnita resurge como invitándome a descubrir, otra vez, lo más sagrado del universo. Si te contara las veces que casi lo descubro, las veces que he pensado que lo había descubierto... ¿Y si me lo contaras tú, si me ahorraras este tiempo lleno de esas cavilaciones que eres tú? Cada cúmulo de estrellas que observe siempre será como un pequeño caos de preguntas revoloteando en mi pequeño corazón.
Vier., 20 de nov. de 2020
Existe esa noble causa por la que, apasionado, mi corazón, ya se regocija en el lado más calentito y amable de la vida. Una supondría que bastaría con el batir de las flores al viento y el lento nacer de los ríos en las montañas. Una supone que la variedad en la existencia ya nos concede la paz, la felicidad y la introspección necesaria para entendernos en el más acá de nuestros días. Y es cierto, me basta con la tierna mirada de la luna y el flamante beso del sol desde mi ventana; aquello me colma el alma de regocijo y hasta podría llegar a pensar que no haría falta más. ¡Pero bendita la mirada y el corazón humano! Que aunque yo nací para vivir el sueño y para comprender cada vez menos la vida, no hay murallas más altas entre ellas que la propia libertad de ser. Por eso, pongo en manifiesto que esa mujer existe, que va por ahí irradiando la esencia de millones de años de creación con aquella mirada etérea. Y de su sonrisa… ¡Qué podría yo decirles de su sonrisa! ¡La vida entera!
Vier., 25 de dic. de 2022
Especiales los días porque especiales las personas, especial tu corazón y los pasajes solemnes, indefinibles e incorruptibles del amor. Yo, sentada desde esta orilla, espectadora, con el viviente espíritu del corazón enamorado digo esto: ¿nos volveremos a encontrar? (…)
Lun., 28 de dic. de 2020
En el interior de cada nota está columpiándose, inocente, mi corazón, en los sentimientos más incautos y soñadores. Yo cierro los ojos y sueño contigo; en las fibras de mi ser vive despierto ese afán. Sabes que mi corazón, a tu lado, va a morir de angustia si no sonríes, mas, sabemos, que continuará tan vivo como ninguno. Y ante eso, lo que yo podría regalarte ya me los has regalado tú. Yo no sé si es el día o este amor que siento por ti. Pero de igual forma, tu nombre allá en las estrellas siempre será la gala más bonita que pueda vestir el universo.