Estoy cuando quieres, pero hay momentos que no existo para ti.
Detrás de cada pensamiento que tengo de ti hay una revolución interior gestándose para expresar lo que siento por ti.
No era necesario decir te amo Sólo bastaba esa caricia que lo demostraba y me hacía estremecer.
Bien es dicho, las segundas partes no son buenas, no el mismo sentimiento