“Así soy realmente: maligno, borracho, pero lúcido.” Joseph Roth, París, noviembre 1938.
“Tengo miedo. Miedo de olvidar cómo sonaba tu voz. Y cuál era el color de tus ojos. Tengo miedo de olvidar cómo era tu rostro. Y las arrugas que formaban tus mejillas cada vez que sonreías. Tengo miedo de olvidar que te quiero. Y de que nuestros recuerdos se desvanezcan de mi mente. Tengo miedo de olvidar tus sabios consejos. Y cómo me defendías frente a mamá cuando hacía alguna travesura. Tengo miedo de olvidar lo bien que tocabas la guitarra. Y de cómo te esforzabas en enseñarme a ser mejor persona. Tengo miedo de que el tiempo te lleve por completo. Tengo miedo de olvidarte.”
— Recovecos de mi alma
* Rosencrantz & Guildenstern Are Dead
“Los amigos no existen; en la primera ocasión pasan sobre tu cadáver para subir, para escalar puestos.”
— Fernando Arrabal, Teatro pánico
✨quizás…
So that could explain why Pepe is hitting on a random black bull with a white stripe???
GET YOUR SH!*T TOGETHER, PEPE!! It's not even a cat!
“Si no tardas mucho, te esperaré aquí toda mi vida.”
— La importancia de llamarse Ernesto, Oscar Wilde.
Thersilion (Edificio de la Asamblea del Teatro) | Megalopolis (cerca de Tripolis) Grecia | 370 aC
El significado del DRAGÓN, de la Serpiente, del Chivo y de todos esos símbolos de los Poderes y Fuerzas de la Naturaleza y del hombre, han sido polarizados con su aspecto negativo y hoy en día son llamados “del mal”. Los Dragónes fueron tenidos, en todo la antigüedad, como símbolos de la eternidad y de la sabiduria. Los Hierofantes de Egipto, de Babilonia y de la India, se daban generalmente, a sí mismos, el nombre de “HIJOS DEL DRAGÓN Y DE LA SERPIENTE”, corroborando así las enseñanzas del Conocimiento Universal.
El Dragón es el “Divino Daimon” de Sócrates, el famoso“LUCIFER” de la Catedral de Notre-Dame de París, el mismísimo “XOLOTL-NAHUATL” de los Aztecas. El Dragón, Xolotl, es la Sombra Viviente de Quetzalcoatl (del Logos, del Cristo) ,es el portador de la Luz, es Tlahuitzcalpante-Cuhtli, la “Estrella De La Mañana”, el símbolo viviente de nuestra “Piedra Angular”, la “Piedra del Rincon”, la “Piedra Filosofal”, en la que está la clave de todos los poderes.
Lucifer-Prometeo, el Dragón, tomando a veces el aspecto del Macho Cabrio de Mendéz, simboliza a la Potencia Sexual. El es el Príncipe de la Luz y de las Tinieblas, y tiene potestad absoluta sobre los Cielos, sobre la Tierra y los Infiernos.
El Dragón, Xolotl-Lucifer-Prometeo, no es en modo alguno un agente extraño, fuera de nuestra Psiquis. Muy al contrario, es ciertamente “la sombra” de nuestro SER DIVINO. Es el “entrenador psicologico”, en el gimnasio de la vida práctica.
Vano somatén, rebato o alboroto, es el de ciertas cofradías que propagan, por aquí, por allá y acullá, necias infundias difamantes contra el “Chinoupes Solar” gnóstico, el Christo-Agathodaemon", la “Serpiente” del Génesis, el “Lucifer-Nahuatl”, el resplandeciente “Dragón de Sabiduria”.
Es malmirado o malquisto Xolotl-Lucifer por aquellos intonsos, “dechados de sabiduría”, que repudiando al Espíritu que vivifica, han interpretado la alegoría de “la guerra de los cielos” y “la lucha de Miguel contra el Dragón”, a la letra muerta, sin comprender su honda significación…
Indubitablemente, nuestro Real Ser Interior, Profundo, como en todas las Leyendas sobre los héroes que luchan contra el Dragón tiene que matarlo, lo cual significa salir airoso y triunfante en todas las tentaciones puestas por él, por eso se dice que una vez vencido nos convertimos en “Hijos del Dragón”. ¿En qué forma podrían brotar en nosotros las virtudes si no existiese la tentación?
Bel y el Dragón, Quetzalcoatl y Xolotl, Apolo y Pytión, Krishna y Kaliya, Osiris y Tiphón, Miguel y el Dragón Rojo, San Jordi y el Dragón, son (los segundos) siempre la Sombra del “Logos Particular Divinal” de cada uno de ellos y de nosotros, proyectados en nuestra propia psiquis para nuestro bien.
Es el Dragón, esa Fuerza comparable a un combustible, que utilizado sabiamente puede impulsar nuestro desarrollo interior, o por el contrario, usado negligentemente, puede conducirnos al abismo de perdición…
Anónimo