Sé que me ha correspondido lo mejor del tiempo y del espacio, y que nunca me han medido, ni me medirán jamás. Mi viaje, a pie, es un viaje perpetuo (¡venid todos a escucharme!).
[...]
No tengo cátedra, ni Iglesia, ni filosofía.
No llevo a nadie hasta la mesa puesta, ni a la biblioteca, ni a la Bolsa.
A cada uno de vosotros, sin embargo, hombre o mujer, os conduzco a la colina.
Con el brazo izquierdo os sujeto por la cintura y con el derecho señalo el panorama que ofrecen los continentes y el camino público.
Ni yo ni nadie podemos hacer ese camino por ti: has de hacerlo tú mismo.
No queda lejos: está a tu alcance.
Quizá lo estés recorriendo ya, desde que naciste, y no lo sepas. Quizá esté por todas partes, y atraviese la tierra y el mar.
Hoy, antes del amanecer, he subido a un cerro y he contemplado el cielo estrellado. Y le he preguntado a mi espíritu: Cuando abarquemos estos orbes, y el placer y el conocimiento de cuanto contienen, ¿nos sentiremos plenos y satisfechos, por fin? Y mi espíritu ha contestado:
No. Si alcanzamos esas alturas, es para trascenderlas.
«Pues bien: es necesario atreverse, —dijo un tercero. Cuanto más caprichosamente esté tejida la red que arroja el audaz pescador, tanto más abundante será la captura. Es menester, sencillamente, alentar a todo hombre para que prosiga su camino hasta donde le sea posible; bienvenido sea todo aquel capaz de tejer una nueva fantasía sobre las cosas.
Los discípulos en Sais. Novalis
La verdadera naturaleza de la forma resulta más evidente en presencia de su contrario. No reconoceríamos el día si la noche no existiera. Las maneras de conseguir el contraste son infinitas. La más simples son la contraposición de grande-pequeño, claro-oscuro, horizontal-vertical, cuadrado-círculo, plano-tridimensional, abierto-cerrado, coloreado-uniforme.
Fragmento del libro La nueva tipografía / Jan Tschichold
Me doy cuenta primero de que paso de un estado a otro. Tenga calor o frío, esté alegre o esté triste, trabaje o no haga nada, miro a lo que me rodea o pienso en otra cosa. Sensaciones, sentimientos, voliciones, representaciones, he aquí las modificaciones entre las que se reparte mi existencia y que la colorean alternativamente. Cambio, pues, sin cesar. Pero con esto no digo bastante. El cambio es más radical de lo que en primer lugar se creería.
Rendido bajo el peso del destino,
esquivando el combate, siempre rudo,
heme puesto a la vera del camino,
resuelto a descansar sobre mi escudo.
Quizá mañana, con afán contrario,
ajustándome el casco y la loriga,
de nuevo iré tras el combate diario,
exclamando: ¡Quien me ame, que me siga!
Mas hoy dejadme, aunque a la gloria pese
dormir en paz sobre mi escudo roto;
dejad que en mi redor el ruido cese,
que la brisa noctívaga me bese
y el Olvido me dé su flor de loto...
Amado Nervo
Mapa del tiempo
Hace unos cuatro mil quinientos millones de años, año más, año menos, una estrella enana escupió un planeta que actualmente responde al nombre de Tierra.
Hace unos cuatro mil doscientos millones de años, la primera célula bebió el caldo del mar, y le gustó, y se duplicó para tener a quién convidar el trago.
Hace unos cuatro millones y pico de años, la mujer y el hombre, casi monos todavía, se alzaron sobre sus patas y se abrazaron, por primera vez tuvieron la alegría y el pánico de verse, cara a cara, mientras estaban en eso.
Hace unos cuatrocientos cincuenta mil años, la mujer y el hombre frotaron dos piedras y encendieron el primer fuego, que los ayudó a pelear contra el miedo y el frío.
Hace unos trescientos mil años, la mujer y el hombre se dijeron las primeras palabras, y creyeron que podían entenderse.
Y en eso estamos, todavía: queriendo ser dos, muertos de miedo, muertos de frío, buscando palabras.
Bocas del tiempo, Eduardo Galeano
¿Acaso no has comprendido que toda felicidad es ocasional y se te presenta a cada instante como un mendigo en tu camino?
Desgraciado de ti si dices que tu felicidad ha muerto porque la habías soñado diferente y porque sólo la aceptas conforme a tus principios y a tus deseos.
El sueño de mañana es un placer, pero el placer de mañana es otro y felizmente nada se parece al sueño que nos habíamos forjado; porque cada cosa tiene un valor diferente.
Los alimentos terrenales. André Gide
La queja admirable de Van Gogh es el grito orgulloso y desesperado de todos los artistas. «Puedo pasar, en la vida y en la pintura también, sin Dios. Pero no puedo, enfermo, pasar sin algo que es mayor que yo, que es mi vida, la fuerza de crear».
No existe un pasado por el que pudiera sentirse nostalgia, existe tan solo lo eternamente nuevo, que se forma a partir de los elementos ampliados del pasado, y la verdadera nostalgia debe ser siempre productiva para crear algo nuevo que sea mejor.
Cita de Goethe en Eine Stunde Druckgestaltung, de Tschichold (1930)
Al viajar a África para hallar un lugar psíquico al margen del europeo quiero con ello hallar en mí inconscientemente aquella parte de la personalidad que se ha hecho imperceptible bajo la influencia y presión del modo de ser del europeo. Esta parte se encuentra en inconsciente oposición conmigo porque no le concedo valor alguno. Quiere, de acuerdo con su naturaleza, hacerme inconsciente (hundirme en el agua) para matarme; pero yo, en cambio, quiero hacerle más consciente mediante el conocimiento de cómo puede hallarse un común modus vivendi.