ADVERTENCIA DE CONTENIDO: Esta historia incluye temáticas de transformación y control de cuerpos con un enfoque sugerente. Si este tipo de narrativa no es de tu agrado o no cumples con la edad recomendada, te sugerimos no continuar. Todas las imágenes utilizadas (si las hay) pertenecen a sus respectivos dueños. No reclamo ninguna autoría sobre ellas y solo se usan con fines ilustrativos.
Si decides seguir adelante, bienvenido a Possessed Desires, donde la mente y el cuerpo nunca están completamente bajo tu control.
Brothers Issues (Versión Español)
Mi hermano mayor me era exasperante. Un tipo con más ego que cerebro, pero que tenía un cuerpo tan envidiable que reforzaba más su actitud petulante.
Las peleas en mi casa eran constantes, ¡El muy idiota dejaba regada su ropa y casi no se duchaba! Siempre estaba presumiendo de su "olor de hombre"; y claro, al ser el mayor, mis padres lo dejaban hacer lo que quisiera. Siempre se salía con la suya, y yo sólo podía morirme de envidia.
Mark era el hermano mayor mientras yo sólo me conformaba con las sobras, no creo ser poco atractivo, pero cuando comparas a un río con el mar, claramente va a ganar el mar.
Siempre se llevaba la atención de todos: profesores, familia, incluso mis ex novios; aunque él no fuera gay, siempre terminaban confesandome que lo que deseaban era estar cerca de él.
Y estaba harto.
Había estado perdido en Internet por al menos dos horas en la madrugada, sin ver nada interesante hasta que pareció llegar un correo.
"¿Quieres ser alguien más? Lee este correo"
Lo primero que hice fue cerrar el mensaje. Era ridículo, seguro era alguna especie de correo spam. Pero mientras más pasaba el tiempo, una extra curiosidad comenzaba a cosquillear en mí, hasta que no pude más.
Termine abriéndolo y leyéndolo. Traía una serie de instrucciones de cómo preparar un brebaje con ingredientes un tanto curiosos, pero que causaría qué dos personas cambiaran de cuerpo cuando lo bebieran.
Nuevamente creí que todo era una estupidez, cuando escuché algo chocar una y otra vez contra mi pared desde el cuarto de mi hermano, y los gritos emocionados de una chica que seguramente era su aventura de hoy, cómo casi todas las noches. Había llegado a mí límite.
A la mañana siguiente, me dedique a reunir todos los ingredientes, hasta finalmente llegar al último: Sudor de la otra persona.Pensé que sería difícil, pero recordé que mi hermano dejaba su ropa interior sudada por cualquier lugar de la casa. Aquella mañana, él estaba fuera, así que pensé que sería fácil escabullirme a su habitación para robar unos bóxer.
Apenas entrar a su habitación me había llenado las fosas nasales de un olor penetrante, todo el hedor de mi hermano era bastante fuerte. Parecía que no había limpiado su habitación en años y sólo olía a sudor y sus fluidos, apestaba...
Estaba revisando entre su ropa sucia cuando escuché el tronar de la madera de su puerta, la piel se me erizo, esperando un golpe. Pero mi hermano no estaba de pie en el marco, sino su mejor amigo: Theo.
— ¿Qué haces aquí, amigo?
Theo era un buen tipo, no sabía cómo era amigo de mi hermano. Su cabello rubio era sedoso, su sonrisa brillante... y estaba enamorado de él desde que tenía memoria.
No sabía si era porque él me trataba bien, porque era buena persona y amable, o todo junto. Pero cielos, sí que me volvía loco.
— N-nada. Estaba por recoger la ropa sucia de Mark.
— ¿Te está obligando de nuevo a lavar su ropa?Trague saliva en ese instante.
— Eh, sí, sí.
— Deja que te ayude.
Se acercó a mí para levantar el canasto y llevarlo al cuarto de lavado, mi corazón latía rápido.
No sabía si era porque temía que Mark llegara en cualquier momento y notará la ausencia de su ropa sudada, o si era por estar con Theo.
— Bueno, amigo, ahí está la ropa. Esperare a tu hermano en su cuarto, nos vemos.
Hizo un ademán con sus manos, desapareciendo. En cuánto se fue, me sumergí en el montón de ropa apestosa, tratando de encontrar lo más fresco posible. Agarre unos calzoncillos de color rojo, se sentían húmedos y apestosos, trate de no olerlos pero termine metiendolos en mi cara. Pronto sería ese mi olor...
Junte los demás ingredientes, lo prepare en un frasco y cuando exprimí su sudor para que cayera, juro que vi cómo si brillara...
Deje que reposara hasta la mañana siguiente. Sabía que mi hermano saldría a ejercitarse como de costumbre, por lo qué siempre preparaba su proteína para el gimnasio; antes de que saliera, abrí el vaso para verter la mitad del líquido y volver corriendo a mi habitación.
El resto del tiempo paso lento, no sabía si tomar el resto del brebaje, ¿y sí algo fallaba? ¿Y sí terminaba haciéndole algo malo a mi hermano?
Miles de preguntas me atormentaban, pero vislumbre el cuerpo de mi hermano... Alto, fornido, con sus axilas apestosas, sus piernas fuertes, cómo se hinchaban sus brazos o sus pectorales grandes. Todo eso podía ser mío, al fin ya no ser sólo el hermano enclenque, podría ser el gran Mark.
Terminé bebiendo todo el brebaje, hasta la última gota; por un instante no sentí nada, hasta que de repente sentí un retortijón acompañado de un intenso dolor y mareo, caí al suelo como un costal de papas, sintiendo que todo mi cuerpo temblaba y mi visión pasaba a negro.
En menos de un segundo, pude ver luz de nuevo. Sin embargo, algo se sintió extraño desde el momento que parpadee... tal vez era el aroma que ahora emanaba, el lugar dónde ahora me encontraba o el ruido de pesas y maquinaria deportiva siendo utilizada.
Baje la mirada, notando mi piel bronceada, mis gruesos pectorales y músculos, ¡Sí que estaba fuerte!
No pude evitar soltar una risa emocionada y soltar las pesas que mi hermano estaba cargando momentos atrás, casi parecía una colegiala con las emociones a flor de piel. Dejé de inmediato todo, caminando incierto hacia los baños o los vestidores. En cuanto vi mi nuevo reflejo, fue cómo sentir un subidón de adrenalina. ¡Estaba viendo el reflejo de mi hermano! Flexione sus brazos, disfrutando como se hinchaban mis brazos y mi pecho. ¡Cielos, sí!
Levante mi axila, comenzando a lamer y olfatear, disfrutando el aroma. Aferre mi nariz contra mi nueva axila peluda, jadeando con fuerza como desquiciado.
Acaricié cada centímetro de mi nueva piel, erizandome hasta el mínimo toque. Sonreí engreído.
— Oh sí, mi nombre es Mark... – murmuré, aprovechando para tocar el relieve de los pectorales de mi hermano, soltando un chillido por la sensibilidad – Soy el deportista estrella de mi preparatoria, todo un casanova – estaba amando cada segundo, ver como lo que decía, mi hermano hacía copia exacta de ello – Antes me gustaban las chicas pero ahora... No lo sé, bro. Creo que sólo me gustarán los chicos.
Estaba embriagado de poder. Terminé saliendo del gimnasio tras encontrar las cosas de mi hermano, ni siquiera me cambie, disfrute sentir cómo la ropa mojada se pegaba contra mi piel, el hedor qué desprendía mi cuerpo, incluso cómo me veían otros chicos.
Terminé por llegar a casa, no escuché ningún ruido, todo estaba en silencio. Sabía que mis padres estaban en el trabajo, así que subí las escaleras, directo a mi cuarto.
Me dio miedo encontrar a mi hermano en mi cuerpo, despierto. El corazón me latía a mil... pero cuando abrí la puerta, pude ver mi viejo cuerpo recostado en el suelo, dormido.
Sonreí, no pude evitar burlarme en mis adentros, incluso lo moví ligeramente para ver si reaccionaba.
— ¿Ya no eres tan fuerte, no, hermanito? – dije burlón.
Simplemente me di la vuelta, cerrando la puerta para ir al cuarto de mi hermano. Levanté mi axila, sonriente ante el aroma; ahora entendía porque él era adicto a oler así de mal.
Empecé a rebuscar entre su armario, empezando a probarme toda su ropa. Había algo excitante en ello que me ponía la piel de punta.
Me puse todo lo que estaba a la mano, playeras deportivas, shorts, jeans ajustados, chamarras de cuero. Era divertido, hasta que encontré en un cajón algo que hizo que mi nuevo miembro se pusiera firme al instante. Era un spandex deportivo mal oliente, era el uniforme de lucha de mi hermano. De golpe me quité la ropa para ponerme eso en su lugar, sonreí al verlo encajar perfectamente en mi cuerpo, todo en su lugar.
Mis gordas piernas enfrascadas en la tela ajustada, no dejando nada a la imaginación. Me senté en una silla que mi hermano tenía frente a su espejo, recargandome.
Amaba como me veía, levante su teléfono para empezar a tomarme fotos, dejando ver mis fuertes músculos, o mis axilas, incluso hice alguna que otra cara tonta.
Ahora era un deportista sin cerebro, ¿no? Ahueque con fuerza mi nueva masculinidad, aprovechando la fricción para volverme loco. Estaba moviendo mi mano con frenesí cuando alguien entró a la habitación, era Theo.
— ¡Mierda! – murmuré, cubriéndome. Él sólo levantó la ceja.
— ¿Qué haces? – preguntó sin darle mucha importancia.
— Nada, nada. No te esperaba – murmuré, tratando de evitar su mirada.
— Te dije ayer que vendría hoy, ¿te estas quedando sin neuronas de tanta proteína? – bromeo. Sentí una sensación cálida en mi estómago al escucharlo reír. – ¿Qué estás usando?
— Mi uniforme de lucha, ¿qué más? – trate de disminuir la extrañeza del momento, tenía que ser más como Mark – esto vuelve locas a las chicas, ¿no crees? – murmuré, flexionando mis brazos para él.
Theo soltó una risa amistosa, asintiendo.
— Claro, amigo.
Hablamos por un rato, en un inicio me tomó desprevenido pero cuánto más hablaba con él, sentía como los conocimientos y gustos de mi hermano se filtraban. De repente estaba hablando de sus materias, sus demás amigos, videojuegos que sólo él conocía, inclusive de que partidos tendrían lugar próximamente.
— Mark, ¿quieres ir a jugar videojuegos a mí casa? Compre algo nuevo y podemos ir a probarlo.
— Seguro, bro – sentía naturalidad en cada paso y cada frase. Me cambie la ropa para que pudiéramos ir sin verme ridículo, eso sería para después – déjame avisarle al molesto de mi hermano.
Terminé caminando hacía mí vieja habitación, aun seguía recostado mi cuerpo en el suelo. Salí junto con Theo, caminando por la calle y disfrutando del sol.
— A veces eres muy duro con él.
— ¿Con quién? – dije algo confundido.
— Con tu hermano menor, recuerdo cuando te llevabas bien con él.
Sentí algo de culpabilidad por lo que me hizo recordar, hubo un tiempo donde Mark era protector conmigo, y siempre me la pasaba con él y Theo, hasta que... Vaya, no sé que habrá pasado.
— Es un perdedor.
— A mí me cae bien, es muy agradable.
Sonreí para mis adentros al escuchar a mi crush decir tal cosa. Terminamos por llegar a su casa, al parecer no había nadie. Subimos al cuarto de Theo dónde jugamos por al menos dos horas, la tarde pasó rápido; seguimos hablando de temas triviales pero no podía evitar mirarlo de vez en cuando.
Sentía una conexión con él, natural por la amistad de mi hermano con Theo, pero había algo que también se filtraba de mí, que me gustaba. Cómo se reía, o su cabello caía en su frente, su piel, rayos, rayos...
— ¡Vamos, amigo. Te estoy pateando el trasero! – Pude ver cómo mi personaje terminaba por ser vencido, me quedé callado, sólo escuchando su risa, lo cuál lo confundió, se giró a mirarme. – Mark... ¿Estás bien?
Y no pude aguantar más.
Me acerqué para besarlo suave, me dio miedo que no me correspondiera, pero de inmediato comenzó a besarme de regreso.
Fue un caos de besos, mis manos vagaban con torpeza por sus cabellos.
— Cielos, Mark...
— ¿No te gusta?...
— Me encanta, amigo...
Terminamos besándonos como locos. Había muchas preguntas en mí, ¿Entonces Theo era gay? ¿Siempre sintió algo por Mark? ¿Está era la relación que tenían? ¿Qué estaba pasando aquí?
Pero entre más besos me daba, menos me importaba. En cuestión de simples segundos otra vez estábamos besándonos con intensidad y pasión. Tenía todo lo que quería, el cuerpo que me merecía, al chico de mis sueños... Al fin todo estaba en su lugar.
Theo se subió sobre mí, aun besándome, incluso de forma tierna.
— ¿Quieres que te atienda bien, grandote?
Susurró en un tono que jamás pensé escucharlo hablar. Acarició mi pecho y después mis abdominales.
— Theo...Murmuré.
— Shh...
De inmediato me acallo. Y cielos...
Si que sabía usar su boca, mis ojos rodaron a blanco de sólo sentir cómo una y otra vez actuaba con avidez. Estuve perdido en la sensación hasta que pude sentir cómo mi nuevo teléfono vibraba como loco, preferí ignorarlo, pero no paraba de tener notificaciones.
De mala gana levante el teléfono, sólo para ver notificaciones de mi antiguo número. Al parecer mi hermano ya había despertado, había un sin fin de mensajes:
"¿¡Qué fue lo que hiciste, enano!? ¿¡En dónde estás!?"
Y más mensajes de él, completamente histérico, aunque hubo uno en particular que hizo que trazara una sonrisa amplia en mi rostro:
"¿¡Estás con Theo!? ¡Aléjate de mi mejor amigo!"
De inmediato active la cámara para enviarle unas fotos. Lo cuál lo enfureció más.
Estaba por soltar la carcajada cuando escuché cómo el teléfono de Theo empezó a sonar.
— Mfh... Espera un momento – se reincorporo y tomó su teléfono para revisar quien llamaba – Qué raro, tu hermano me está llamando.
— No le contestes – traté de sonar natural.
Pero Theo pareció ignorarme, le contestó y no sólo eso, lo puso en altavoz.
— ¿Bueno?
Hubo un silencio, hasta que Mark terminó por explotar con mi voz chillona.
— ¡Theo, soy Mark! ¡El idiota de mi hermano hizo algo y ahora estoy en su cuerpo! ¡Ese imbécil está usando mi cuerpo, tienes que hacer algo!
Theo me miró de manera extraña, con el ceño fruncido, ni siquiera pude mantenerle la mirada.
— ¡¿No escuchaste, Theo?! ¡Ese que está contigo no soy yo! ¡Tienes que hacer algo!
Supongo que la suerte había durado sólo unos segundos, ahora Theo me rechazaría o incluso me odiaría.
— Lo sé, Mark – Levanté rápido la mirada, pude ver al chico de mis sueños con un perfil frío, pero no para mí exactamente – Y me gusta que sea así.
Mi antigua voz sonó histérica y molesta por el altavoz hasta que Theo cortó la llamada.
— ¿Entonces... Lo sabes?
— Sí, lo sé.
— ¿Fui muy obvio?...
— Un poco, pero en realidad no fue por eso.
Sin previo aviso volvió a besarme.
— Pero Theo...
— ¿Quién crees que te envío el correo?
Soltó una risa para besarme con intensidad, tuve que contenerme para no besarlo por horas o poner mis manos en su cuerpo.
— ¿Por qué?
— Porque te he visto, amigo – sonrió, entonces me di cuenta que siempre ocupo el apodo con el que solía llamarme – Sé como me miras, sé lo mucho que te gustó. Y aunque sentía algo similar, no podía corresponderte, te veía como mi hermano pequeño, se sentía... mal. Sin embargo, el cuerpo de tu hermano, sin duda podía meterme con él una infinidad de veces.
Acarició mis abdominales suave.
— ¿Entonces te gusta que sea Mark?
— Me encanta. La pinta de deportista tonto te sienta bien.
Tomó mis pectorales para sopesarlos, después sin aviso se lanzó contra mis axilas para lamer y oler como un loco.
Al cabo de semanas, termine adaptándome a la vida de mi hermano a la perfección. Seguí practicando sus deportes, mejore sus calificaciones, me llevaba bien con sus amigos... El único cambio fue cuando "él" se declaró abiertamente gay, mis padres tuvieron que aceptarlo y mi hermano menor... Bueno, no tiene más opción que ver cómo meto a mi lindo novio, anteriormente mejor amigo, a mi habitación toda las noches.
———
Espero que hayas disfrutado esta historia tanto como yo disfruté escribiéndola. Si te gustó, no olvides darle follow y compartirla para que más gente la descubra.
Siempre estoy abierto a sugerencias e ideas, así que si tienes alguna fantasía o escenario en mente, déjamelo saber en los comentarios o en mensajes.
Está será mi nueva cuenta, espero les gusten las historias que vienen próximamente. Nos vemos en la próxima historia… ¿Quién sabe qué cuerpo ocuparás esta vez?
———
𝗘𝗫𝗣𝗟𝗜𝗖𝗜𝗧 𝗖𝗢𝗡𝗧𝗘𝗡𝗧: This story contains explicit content and themes of possession, mind control and body swapping, with a sensual and erotic approach. If this type of content is not to your liking or you are not old enough, we recommend that you do not continue.
All images used (if any) belong to their respective owners. I claim no authorship over them, and they are used for illustrative purposes only.
If you decide to go ahead, welcome to Possessed Desires, where mind and body are never completely under your control.
𝗔𝗹𝗽𝗵𝗮 𝘁𝗼 𝗼𝗺𝗲𝗴𝗮: (English version)
This is me:
Although I wasn't always like this... This used to be my body:
Or at least it was until he stole it from me. I loved how good I looked working out, how my muscles bulged and the compression shirt got tighter and tighter the more I sweated. I was an alpha, I could see how all the other men in the gym looked at me, some with jealousy, some with complete lust. If I dropped my pants in the middle of the gym, at least one would jump down and worship me right then and there. That day was not unlike any other. I was in the gym, enjoying the way my biceps were swelling as I flexed with the barbell. I could barely laugh under my breath, noticing how some people were looking at me out of the corner of their eyes, others less obvious were staring at my bulge or my chest. And what about my scent. I loved my scent, how stinky I smelled, how the stench penetrated with a simple smell.
I kept pumping my muscles, until I noticed him: He was occupying a nearby machine. At first I didn't pay much attention to him, until I noticed his outfit. He looked clingy, nothing to the imagination, barely had slightly wet skin. But there was something that caught my attention much more: his ass. Fat and round, perfectly trapped in that black and white full body suit, even the slightest movement made it bounce. It took so much not to get an erection at that very moment. But I guess I ended up giving in at some point: I remember my huge erection, sticking against the spandex fabric, making me grunt and groan low as I continued to lift those weights. I kept imagining what it would be like to have his ass in my hands, my chin against his huge ass and how tight it would feel, I was so lost I didn't even realize I was facing him.
— Are you still using those weights? — he commented in a soft tone. Up close he looked even more tempting, with his pale skin, his soft lips and those eyes hidden behind his glasses; he looked so tender. So tender as to break him.
— A while longer, yes — I grunted, widening my muscles more for him, even lifting my armpit a little. Who knows, maybe the scent would make it clear to him who would own him.
— Can you let me know when you vacate them? — the boy smiled — And. I hope you don't mind, since when do you train? I wish I was as strong as you.
— Almost 5 years — I mumbled — although sometimes it's more a matter of genetics, not everyone can have this physique. I smiled egocentrically. To which he only seemed to laugh softly.
— I'll say. Well, I'll see you later then.
And without further ado, he turned his back to me to move forward, wiggling his fat ass in the process. Damn, I wish so hard to had him. The routine went on as usual, and he seemed to disappear from the gym.
After finishing the last set, I grabbed my towel, discreetly sniffing my stench, I advanced to the bathrooms, I would stop by before showering and changing. At that hour there was almost no one there, so I took the opportunity to advance to the penultimate cubicle. I sat on the toilet, noticing a hole in the wall.
《 Fuck.... is that a glory hole? 》— I could only think to myself. I moved closer, noticing how there was someone on the other side. I smiled. I stood up to immediately put my hard cock in that hole, first I felt nothing... until the wetness of his tongue welcomed me.
I gasped, smiling.
Whoever was on the other side of the wall was doing excellent. I could feel him devouring my 18cm cock, gagging, stroking it and swallowing it again like there was no tomorrow, listening to his moans, but not saying anything.
— Do you want milk, bitch? — I murmured. I only heard a soft gasp which I took as a yes. To which I started to thrust my cock in and out to fuck his throat.
I started to feel a tingling in my abdomen, I was so desperate to come in his mouth. However, an electric sensation was also in the air. I moaned, starting to come in his mouth, but instead of feeling pleasure, I felt as if I was detached from my soul. In a desperate attempt, I managed to pull back to separate myself.
It was completely useless, as it all ended up getting lost in a deep black.
When I opened my eyes again, I felt a liquid in my mouth, with a bitter taste that I immediately spat out, accompanied by a strange sensation that invaded me, ignorance; I looked around me, without recognizing the place where I was now, everything being very dark and big.
Had I shrunk?... No. I looked down, noticing that I was on my knees. No. I looked down, noticing I was on my knees, got up as best I could, but still felt small, vulnerable and weak. What the fuck had happened? From the cubicle next door, I heard a strangely familiar laugh, and then I heard him slam the door to run out.
What was going on? I dizzily stepped out of the cubicle. It felt like I was raw, to which I brought my hand to my head.
— Ugh... — I muttered.
But a soft voice was what sounded instead of my usual deep tone, I looked at my hands, noticing hands that didn't belong to me: my hands used to be big, strong and rough, but now I found myself with soft, thin and small hands. I immediately looked in the mirror, noticing that boy from before.
— What?...
I moved closer. To the mirror, noticing that boy's soft and delicate features, his arms, which although marked didn't feel anything like mine, his thin chest and curly hair. He didn't even have a single speck of hair, and his scent was too faint, smelling more like his cologne which seemed to have notes of citrus.
I knew I should be perfectly upset, angry about what had just happened. But something in me...felt different. I brought my hands to my new pecs, gasping at the slightest touch. It was as if this boy's body was always aroused, even the slightest brush against my clothes made me shiver. I wanted to explore myself right there. However, a very strange feeling for me of embarrassment lodged in my chest.
So I better check my suit pockets, finding a locker key, I timidly walked to the locker area and then opened the drawer with the key. Finding a backpack, wallet and other things. I opened the wallet, finding an ID. Apparently my new name was Max Jones.
I headed for the exit once I found the address of my new home. It felt different being on the street, I no longer felt strong or manly, I felt small and seen by everyone, men noticed my new fat ass, how it was marked when I walked. Something inside me felt bad about how they looked at me, but another, I was completely turned on.
I ended up arriving at that apartment, it looked well arranged, a bit of a contrast to my old apartment that was always in disarray with dirty clothes everywhere; I could not stand it any longer and ended up taking off my suit, leaving only what seemed to be a green thong that highlighted my ass even more.
I knew it was all wrong. That that wasn't my body, that I didn't act like that...but this body. It always seems to be horny, like in heat. I started rubbing myself against the couch, panting. My hands went to my new ass to caress it.
— Shit, yeah...
I had never been passive in my old body. I didn't like the idea of being submissive to another man, I loved being the dominant one, being worshipped. But now... it felt so strange.
Like all I wanted was something in my ass. I stroked my entrance through the thong, panting, lost in pleasure; it seemed my neurons couldn't take any more, as if this body was always horny, or in heat. I moaned, enjoying the sensations of just rubbing myself. I wanted more, I needed more.
I immediately stood up to walk to the boy's room. I was so horny... but strangely ignored my phallus, although, it was erect and seemed to measure about 16cm, I wasn't interested in touching it. I was interested in touching my ass, squeezing my fat buttocks, or sticking my fingers in my hole. Fuck... What was happening to me?
I approached the boy's closet, finding a myriad of revealing clothes or clothes that I was merely curious to try on his body.
I was so lost in excitement that I didn't even pay attention to when the phone vibrated. I looked at it closely, noticing the message from an unknown number.
My old number.
“Hey, bitch. or should I call you Max now? I guess you were right about this body not being earned by just anyone, I look good, don't you think? Haha.
That wasn't body, but the original Max, or who knows who, traded us and escaped. Good luck dealing with being a bitch with hormones raging, you won't think about anything but cock if you don't get fucked.
Whatever. Thanks for the body, bitch.”
And he added a picture as a reminder:
I groaned as I read how he talked to me, I loved that he treated me like this. I picked out more clothes that would fit this new body, that would show off my huge ass. It didn't matter how masculine I was in my previous body, now I just wanted to be treated like the slut I was.
Once dressed, I made a Grindr account, took pictures of myself, eager for the thousands of messages from muscular men ready to use me as their dump. Once I found one I liked, very similar to my old body, I messaged him:
— Hi, daddy;)
I hope you enjoyed this story as much as I enjoyed writing it. I'm not an English speaker, so I used a translator to bring it to your language (apologies if the wording is a bit weird). If you liked it, don't forget to follow it and share it so more people can discover it. I'm always open to suggestions and ideas, so if you have any fantasy or scenario in mind, let me know in the comments.
See you in the next story… Who knows what body you'll occupy this time?
I found this Ebony specimen lounging by the pool. It was so sunny that day, I could fill my own skin burning. I needed to acquire something with more melanin. He fit the bill perfectly. I love the way his tattoos pour over his skin. There’s nothing like a racial change to make you feel like a new man. I think his black skin will serve me well.
I was traveling for New Year’s, so I wasn’t expecting to do any hunting. But I always keep a syringe at the ready just in case the opportunity presents itself. When I found this cowboy in the gas station bathroom, I knew I found my target. He was washing his hands when I plunged the needle deep into his bicep. I started stripping his body of his clothes as he was still deflating. I finished up as soon as the seam appeared on his back.
I stepped into his still warm husk. It cling to me and stretched under my larger frame. When I started the sealing process, I began to simultaneously shrink down to his smaller frame and bulk up to fill his muscles. It was a familiar process, but still painful with a hint of pleasure. Painful in the initial transformation process, but pleasurable in the reliable erection that I got when the process was complete.
I originally only went into the gas station to grab some refreshments. I can’t forget those or my husband won’t ever forgive me. He would already be slightly annoyed for the delay. But when I walked up in my new skin, he was pleasantly surprised. It’s only right for the new year to get a new body. I think I’m going to enjoy having this cowboy and my collection for years to come.
Outfit of the day - when you know, you know...
Wanna show me yours? Tag me!
ADVERTENCIA DE CONTENIDO: Esta historia incluye temáticas de transformación y control de cuerpos con un enfoque sugerente. Si este tipo de narrativa no es de tu agrado o no cumples con la edad recomendada, te sugerimos no continuar.
Todas las imágenes utilizadas (si las hay) pertenecen a sus respectivos dueños. No reclamo ninguna autoría sobre ellas y solo se usan con fines ilustrativos.
Si decides seguir adelante, bienvenido a Possessed Desires, donde la mente y el cuerpo nunca están completamente bajo tu control.
Rivals Inside (Versión Español)
Mi nombre es Max. Me considero un deportista nato, siempre he destacado en cualquier disciplina física como el fútbol, el baloncesto o el boxeo.
Me considero alguien agradable y extrovertido, tal vez muy fuera del estereotipo del deportista engreído. Yo siempre trato bien a todos sin distinción, a menos que se trate de Samuel...
Samuel es un compañero de mi escuela, el chico "fashionista" del campus. Antes éramos mejores amigos, por mucho tiempo lo fuimos... Al menos hasta la preparatoria cuando él creyó que yo era muy poco "genial" para su vibra de estilo y necesitaba más amigos acorde a ella.
Sin duda me destrozó. Pero a partir de ese momento, una enemistad entre ambos surgió, en cualquier disciplina en la que ambos concursaramos, siempre teníamos un sólo objetivo: vencer al otro.
No importaban los demás, lo único importante era hacer que Samuel mordiera el polvo. Era divertido por un rato, hasta que recordaba lo mucho que extrañaba su amistad...
Hoy habría un concierto, además de ser uno de los mejores deportistas de mi universidad, también amaba la música electrónica. Había ahorrado cada centavo que tenía para comprar un boleto, y finalmente sería hoy.
Había escogido usar un croptop con un pantalón rojo ajustado y unos lentes oscuros, me gustaba cómo se me veían mis brazos.
Está mañana hubiera sido genial sin duda, si Samuel no la hubiera arruinado. Ahí estaba con un traje de vaquero "a la moda", pavoneandose. ¿Por qué estaba aquí? ¡Ni siquiera le gustaba la música electrónica! Trate de no ponerle atención, hasta que él me notó.
— Wow, ¿los gorilas sin cerebro también escuchan música?
— ¿Qué quieres, Samuel?
— Nada, sólo me es divertido ver tu cara molesta – dijo con un aire cargado de simple maldad. Rodé los ojos, apretando los puños.
En serio extrañaba a mi amigo, antes que se convirtiera en... esto.
— Hasta luego, Samuel. Disfruta el concierto.
Murmuré entre dientes para alejarme.
El resto del festival estuvo bien, apenas estaba iniciando pero al menos no me tope a Samuel en todo el día. Sólo un par de chicos actuando de forma extraña... mirando sus cuerpos cómo por primera vez, pero nada más que eso. Al caer la noche, simplemente fue genial, los escenarios se iluminaron, la música retumbaba, me sentía genial bailando al ritmo y sólo sintiendo el ambiente.
Hasta que empecé a sentir cierto mareo extraño... Traté de no darle importancia, pero entonces sentí una fuerte punzada en la cabeza. Todo a mi alrededor parecía desvanecerse lentamente, en un profundo negro, las voces y la música se escuchaban lejos hasta perderse.
Estaba por entrar en pánico al notar el negro y el silencio total, hasta que de golpe, fue como si me lanzarán de golpe contra la luz.
Inhale con todas mis fuerzas, voltee a mi alrededor, confundido y casi temblando.
— Cielos, Sam. ¿Estás bien?
Una chica de cabello rubio y coletas me preguntó asustada. Sabía quien era, su nombre era Astrid, una de las mejores amigas de Sam, la observé confundido.
— ¿Sam?...
Murmuré.
Fue entonces que noté mi voz, ya no era mi voz grave, sino un tono más dulce. Bajé la mirada, encontrándome con una complexión muy distinta a la mía, tenía músculos, sólo que muy esbeltos, de estética, no de fuerza; mi ropa era distinta, ahora traía un traje negro, sin mangas y con un paleacate, sentía algo amarrado a mi brazo y un sombrero en la cabeza... Justo cómo estaba Samuel.
Mi corazón latía rápido.
— Sí, Sam. Tú, ¿te sientes bien?
— S-sí. Todo bien, no pasa nada.
— Okey, raro... Iré por unas bebidas, ¿Quieres algo?
— No, estoy bien, gracias...
Sólo me dio una mirada extraña para darse la vuelta y desaparecer en la multitud. Comencé a explorar mi nuevo cuerpo por encima de la ropa, sintiendo mis nuevos pectorales, mis brazos... Cielos, ¿ese era mi nuevo aroma?
No me mal interpretes, Samuel tiene un cuerpo atractivo, pero no era mi cuerpo. Así que me sentía poco familiarizado a el.
Nuestras alturas eran distintas, pesos, complexiones, hasta el tono de piel. Todo era distinto, me sentía pequeño. Era como volver a aprender a caminar.
Estaba a punto de explorar mi nuevo cuerpo, pero pensé que sería demasiado extraño empezar a tocarme enfrente de todos; así que decidí ir a un baño portátil para ello.
Observé mi nuevo reflejo por un buen rato, aun estupefacto. Sentí sus pómulos, la textura de su piel, era muy suave... supongo que por todos los productos dermatlógicos que él usaba, sus mechones rubios cayendo sobre mi frente... Cielos.
Debo de admitir que su cuerpo es lindo, me gusta cómo se ve la ropa en mi nuevo yo. Flexione mis brazos, haciendo saltar el decente bíceps que ahora tenía. Levanté un poco mi axila, oliendome.
El aroma de Samuel era muy distinto al mío, olía más a su colonia qué a su hedor, no me desagradaba, sólo... era distinto a lo fuerte que era mi aroma.
Sonreí ligeramente. Podía ser que Samuel fuera el tipo que más odiaba en la faz de la tierra, pero podía disfrutar esto. Saqué mi teléfono, tomando una foto con la cara tonta.
Después salí del baño para empezar a avanzar entre la gente, esto tampoco arruinaría que disfrutará del concierto.
Volví a empezar a bailar, sólo escuchando la música y sintiendo el ritmo por mis venas.
Aunque me sentía pequeño, sin duda empezaba a notar que estar en el cuerpo de Sam comenzaba a atraer la atención de ciertas personas... o para especificarlo mejor: hombres. Algunos chicos comenzaron a acercarse y tratar de coquetearme, me gustaba la sensación de atención que estaba recibiendo en este cuerpo.
En mi antiguo yo, también recibía coqueteos, pero a veces se esperaba que yo diera siempre el primer paso, aquí en cambio... me sentía... cómo una especie de artículo en un escaparate, viendo como todos deseaban tenerme.
Flexione casualmente mis brazos, aún bailando. Empecé a pensar que sería buen momento de regresar con Astrid porque seguro estaría preocupada, cuándo lo vi:
Un chico estaba bailando al centro de la pista, flexionaba sus músculos, hinchando sus bíceps y sacando su amplio pecho, de vez en cuando sacaba la lengua en expresión tonta y sonreía. Juraba que lo vi soltar un poco de saliva mientras se flexionaba y olía sus axilas para lamerlas. ¡Carajo, ese era mi cuerpo!
Avance furioso entre la multitud, tenía al menos a unos quince chicos reunidos alrededor de él, en círculo, mirándolo cómo tontos.
De inmediato lo empuje desde el pecho, lo que lo asustó en un inicio pero en cuanto me vio, sonrió egocéntrico.
— Hola, Sam. ¿Cómo estás? – murmuró con superioridad.
Rayos... incluso tenía que voltear hacía arriba para encontrar su mirada.
— ¿Qué carajo crees que haces, Sam?
— Nah, no te confundas, bro. Yo soy Max, tú eres Sam – todo esté caos terminó por disipar al público que estaba teniendo mi viejo cuerpo, así que sólo quedamos los dos. Sam se cruzó de brazos, hinchando los mismos y sacando más el pecho – Y sólo estoy disfrutando de mí mismo, ya sabes... Disfrutando de ser un deportista apestoso sin cerebro.
Volvió a flexionar sus brazos, sonriente. Hizo una mueca boba, rodó sus ojos en blanco y dejó caer un poco de saliva antes de soltar una risa burlona.
— ¡Deja de actuar así, es mi cuerpo! – gruñí molesto.
Debió de ser totalmente ridículo ver el cuerpo de Sam actuar así.
— Y con más razón voy a actuar así.
Volví a empujarlo, aunque fue cómo golpear a una pared de concreto.
— ¡¿Qué te pasa?!
— ¡Nada! ¡Pero ve estos músculos! – volvió a flexionarse con fuerza, aunque después, metió uno de sus dedos a su axila para llenarlo de sudor y pasarlo por mi nariz – Así es cómo olemos los deportistas tontos como yo, ¿no?
Se burló. Lo que hizo que me irritara más y más.
— Sí vuelves a hacer algo, yo...
— ¿Tú qué? – murmuró seco – ¿Qué vas a hacer? ¿Vas a golpearme? ¿Vas a darme un tratamiento de skin care? No me hagas reír, Sam.
Me tenía acorralado contra la pared, por mucho que me molestara admitirlo, tenía razón. Ya no tenía mis músculos, ahora sólo era una cara bonita...
— Jódete... – murmuré.
— No, tú jódete – respondió de regreso, él acortó la distancia. Se veía imponente, molesto... pensé que estaba a punto de lanzarme un golpe, pero lo que hizo fue besarme.
Abrí los ojos con asombro y cierta parte de temor, sólo sentí como mis antiguos labios se cruzaban una y otra vez con los nuevos, dude. Pero finalmente cerré los ojos para corresponder su beso, pegándome a él con suavidad.
— No sabes hace cuanto deseaba hacer eso... – mi viejo cuerpo murmuró para volver a besarme.
Rayos. ¿Qué estaba pasando?
Continuará.
———
Espero que hayas disfrutado esta historia tanto como yo disfruté escribiéndola. Si te gustó, no olvides darle follow y compartirla para que más gente la descubra.
Siempre estoy abierto a sugerencias e ideas, así que si tienes alguna fantasía o escenario en mente, déjamelo saber en los comentarios o en mensajes.
Está será mi nueva cuenta, espero les gusten las historias que vienen próximamente. Nos vemos en la próxima historia… ¿Quién sabe qué cuerpo ocuparás esta vez?
———
There is no confidence boost like when you slip on a fresh body. All my old problems melt away when I see my new reflection. There’s nothing like putting on a Latino hunk to make everything feel right with the world.
Ah crap! I told my roommate hundreds of times not to go into my room or touch any of my projects. And look at him now! From what I can tell, he accidentally used my body swap device with his dog Keto.
I walked into our apartment coming home from work only to find his body on all fours sniffing around the house while his dog was barking for my attention.
I could be nice and switch them back but what good would that do? Serves him right for messing with my stuff anyways.
“Sorry buddy but you’re going to have to learn your lesson the hard way.” I say to the whining puppy in front of me.
Keto in my roommate’s body crawls over to me. He looks goofy with his tongue hanging out and he starts shaking his butt as if he had a tail to wag. I pet him on the head only for him to start licking my hand. That’s when I got an idea.
I turned to my roommate in Keto’s body again,” Looks like you’ll have to be put in your crate.”
He starts barking at me as I pick him up. I place him in his crate leaving food and water.
“Maybe if you’re good tonight I may switch you back in the morning. Until then you’ll be in here so no funny business.”
I waited for him to start barking again but he was silent. “Good boy.”
I head to my bedroom and bring Keto with me. And shut the door behind us.
He seems really into licking, if you know what I mean.