“Veía Tus Ojos, Y No Pensaba En Otra Cosa Más Que Era El Columpio Más Bonito Que Podría Llevarme

“Veía tus ojos, Y no pensaba en otra cosa más que era el columpio más bonito que podría llevarme hasta tu alma. Pero no resultó otra cosa más que ser una resbaladilla que me llevaria directo a un precipicio. Y no tendría otra opción más que saltar a un vacío interminable. Veía tu boca, Y no pensaba en otra cosa más que era la caja musical más hermosa que podría haber visto nunca. Pero no resultó otra cosas más que una grabadora que siempre repetía las mismas palabras. Y no tendría otra opción más que creerme cada una de las blasfemias que soltabas de pronto. Veía tus pestañas, Y no pensaba en otra cosa más que era la lluvia de estrellas más preciosa que había visto. Pero no resultó otra cosa más que ser tu propio refugio para la lluvia. Tu refugio para que nadie más pudiera ver la verdadera identidad tras tus ojos. Y no tuve otra opción más que imaginar que eran el paraíso. El paraíso que me llevó al desastre. Veía tu sonrisa, Y no pensaba en otra cosa más que era la curva más bonita donde pude haberme accidentado nunca. Pero no resultó ser más que una Laguna mental que me llevaria a mi muerte. Y no tuve otra opción más que seguir pisando a fondo, para poder sentir que sólo me pertenecía a mí. Veía tu pecho, Y no pensaba en otra cosa más que era el refugio más cálido que pude haberme encontrado jamás. Pero resultó ser más que una cueva fría para muchas personas más. Y no tuve opción más que compartir aquel lugar. Y no tuve más opción que darme cuenta que estaba tomada de la mano con alguien que no sentía nada, de alguien que en realidad nunca pude abrazar.”

— No-hay-salida