Anónimo
Y lo peor de todo es que ni siquiera me importa.
Que no necesito un hombre que me baje la luna y las estrellas, que me quiera proteger de cosas inciertas, que trate de mantenerme al margen cuando le convenga. Que no necesito un hombre que tenga miedo de mi inteligencia, que me permita plasmar ideas solo cuando así lo desea, que mi libertad prefiera encerrar tras rejas. Que no necesito un hombre que me respete a medias, que asuma que la debilidad me rodea, que como un trofeo me vea. Que no necesito un hombre que me baje la luna y las estrellas, cuando con tan solo una escalera, puedo bajarlas a mi manera.
- freudmoderno
El miedo nos ciega, y a mí me hizo perderlo a él…
Hay muchas cosas que me faltan por decirte, pero sabes que no es del todo sencillo para mí abrirme de esta manera, así que dejaré las palabras fluir.
Por las noches, le cuento a las estrellas de ti, de como me haces sonreír y lo mucho que te necesito cerca de mi.
Que eres poesía, pero de esa que es difícil de leer, que no muchos entienden, pero una vez que lo hacen, no pueden dejar de sumergirse en lo que provocas.
Que no puedo dejar de pensarte, sobre todo en tú luz que guía mí oscuridad, en tu manera de ayudar a los demás, a pesar de querer llorar.
Que me encanta que siempre haces reír a quien esté cerca de ti, porque esa es la esencia que hay en ti, generar alegría a quien tiene la fortuna de cruzarse en tu camino.
Quisiera seguir dejando las palabras fluir, pero creo que no hay alguna que te pueda describir, pero quiero que sepas que hice lo posible por plasmarte aquí, la locura que me haces sentir.
- freudmoderno
Anónimo
Me enamoré de tus rarezas, de tus canciones raras, de la manera en la que llamas la atención sin querer, de la forma en la que se te ilumina la mirada por cosas pequeñas, de la forma tan peculiar que tienes de ver la vida, analizando todo tu alrededor. Me enamoré de ti porque no eras como el resto, porque eras raro... Igual de raro que yo.