Cuando te dije que habías roto cada parte de mi, no estaba mintiendo. Me rompiste de una manera que no pensé que fuera posible, sentía el dolor consumir mi cuerpo cada segundo del día, a tal grado que mi cuerpo se convirtió en un infierno.
Sabías el poder que tenías. El poder de consumir por completo cada pedazo de felicidad que mi corazón tenía. El poder de transformar la luz que rodeaba mis días en una oscuridad infinita.
Ahora te pregunto, ¿qué se siente saber que has roto por completo a alguien? ¿qué se siente saber que las lagrimas que recorren mis mejillas por las noches se deben al estado de vulnerabilidad en el que me dejaste? ¿que se siente apagar el brillo en el alma de alguien?.
Te amé. Ese amor que es tan grande que no puedes encontrar las palabras para expresarlo, por más que lo intentes. Te amé de tal manera que juntos hacíamos arte. Te amé con todos y cada uno de tus defectos, pues eran lo que te hacían ver perfecto. Te amé tanto, que te entregue en bandeja de plata el poder más temible de todos. El poder de destruirme.
Y lo hiciste. Me destruiste. El dolor que siento es casi insoportable, pero se que el tiempo hará de las suyas para borrarte de mi corazón, poco a poco. Lo único que espero es que al final me quede una cicatriz, una astilla de dolor que me haga recordar nunca maldecir a nadie con esta sensación de angustia casi debilitante.
Cuando te dije que habías roto cada parte de mi, no estaba mintiendo
-freudmoderno
Nosotros somos quienes otorgamos el poder a alguien para que nos puedan hacer daño.
Dea
You know, ever since we were little, I would get this feeling like… Like I’m floating outside of my body, looking down at myself… And I hate what I see… How I’m acting, the way I sound. And I don’t know how to change it. And I’m so scared… That the feeling is never gonna go away.
Carlos Miguel Cortés
Siempre trato de hacer que las personas se sientan especiales, yo sé lo mal que se siente no ser tomada en cuenta.
Fer.
Les juro que lleva la noche estrellada de Van Gogh en esos ojos.
Y
Jamás inventamos nuevas formas de besarnos, eso no iba con nosotros. Y mucho menos éramos de los que se tomaban de las manos en la calle. ¿Sabes? Cuando intenté salir con un chico después de ti, éste quiso tomarme de la mano; me sentí un extraterrestre.
Tampoco fuimos de esos que se besan en lugares públicos o se quedan mirando como lelos el uno al otro.
Creo que simplemente no lo necesitábamos. Porque teníamos nuestras charlas metafísicas donde yo hacía las preguntas y tú pocas veces querías responder.
Pero, Jorge Luis a veces es más difícil preguntarse algo, que responderlo. Tú mejor que nadie debería saber eso. ¿No?
Y es que la última cosa que te pregunté incluso antes de poder expulsarla por mi boca ya había sido respondida días antes, sólo era cuestión de darle el empujoncito a la certeza.
“¿Consideras que sigue siendo buena idea seguir viéndonos?”
-Lunalettuce
Evoluciona tanto, que quienes crean saber todo de ti, tengan que conocerte de nuevo.
- Créditos al autor.