Cada vez más cerca de las noches de invierno, pasando del amigable calor al solitario frío.
Y en este oscuro firmamento, donde la soledad es la mayor protagonista, con música que acompaña a la tranquilidad de una habitación vacía.
¿Qué es lo que sueñas corazón? ¿Es que estás esperando un milagro? ¿O simplemente sigues soñando? Anhelando una realidad que no es las que estás viviendo, si no más bien una iluciones que te mantiene despierto, con una esperanza que no se quiere rendir aún al pasar el tiempo.
100 años, y en ese tiempo la música que todo el mundo escucha será cosa de los pocos que buscan un sonido diferente a su momento, será música de un nicho, dejara de ser popular para volverse de un grupo minoritario.
Lo que yo escucho y canto dejara de sonar en la radio.
Lo que yo repito y bailo será sólo un registro de una era.
Los cantantes serán recordados por sus logros y muchos otros olvidados por el polvo.
De acá a 100 años, mi mundo será olvidado y cambiado por uno nuevo.
Se me presento está nueva oportunidad de ver si logro amar.
Estoy segura que antes no fue amor, estoy segura de que antes solo me convencí que lo era.
Pero ahora en verdad siento que es mi oportunidad de saber si mi corazón lo lograra sentir, que no será mi cerebro con unos lentes rosas y un cuento con mal inicio.
Quiero que esta oportunidad se de y nos de una historia con un final lejano y feliz.
Y aún con miedo y ansias, dejaré que el tiempo pase, como el río que siempre fluye y desemboca a algo más grande, a un mundo que un pequeño lago nunca experimentaría.
Demonos esta oportunidad, para que sea la felicidad quien cruce después la puerta.
Cuando alzó la mirada y veo las estrellas brillar, me pierdo en el firmamento implorando el que te pueda encontrar. Muchas noches en vela, distrayendo me en otras historias, esperando a que la mía sea igual de hermosa, pero no sé cumple la fantasía y solo en sueños queda, ojalá algún día al despertar vea las estrellas y no sea para preguntar si no para agradecer a esas luces que siempre en el cielo están.
Domingo de familia, comiendo asado, hablando aún con la boca llena, y hablar tanto de la familia como amigos y a los segundos de política e historia. Es con lo que yo crecí, una mesa llena de voces, animos, energía y cualquier emoción que acompañe a la charla del momento.
Yo si creía en la posibilidad de tiempos felices entre los dos.
Soledad,¿Cuánto tiempo ya desde que me acompañas?
Ya perdió la cuenta de cuántas veces me refugie en tus brazos, con un miedo irracional al intentar separarme.
Esta noche siento más tu presencia, esta noche puedo sentir tus besos vacíos y tus caricias frías, haciéndome desear el volver de sentir un calor que me llene y me complete.
Solo un beso, una mordida, una caricia, un cariño que me de la felicidad que anhelo, pero ¿cómo conseguirlo? si el lugar que ocuparía se encuentres la soledad totalmente instalada.
A la soledad la sufro, como cualquier otra persona que sabe lo lindo que puede ser el estar con alguien, pero eso no impide el que pueda disfrutar el sol, que pueda salir de mi cama a caminar por mi cuenta. Admito que extraño porque añoro una fantacia que no se cumplió, pero una vez pasado mi etapa de encierro es cuando más deseo salir y experimentar cosas nuevas.
Reflejo, sonríe para mí.
Sonríe para mí, reflejo.
Que no es un espejo lo que yo estoy viendo, no es un espejo lo que me está viendo.
Sonríe para mí, reflejo, y deja que yo sonrisa para ti.
Me sonríes y te sonrió.
Y escucho el llanto, y escucho la risa, y veo que mi reflejo sonríe cuando yo sonrió.
¿Yo le sonrió al espejo o mi reflejo me sonríe?
Sonríe para mí, reflejo, sonríe para mí.
Y no dejes de sonreír, reflejo, para que no te deje de sonreír.
Que una lágrima se asoma y amenaza con romper el espejo.
Lamentó el ser tan egoísta, lamentó que el "no" que con tanto fervor defendí, ahora sea un dubitativo "si".
No puedo decir que fue por vos, no puedo hecharle la culpa a nadie más, me tengo que responsabilizar por mis actos y no prender que porque yo haya cambiado estará todo bien. No puedo prender que lo que hice y lo que no hice nunca paso.
Discúlpame por todo el mal que yo haya llegado hacerte pasar, no hubo malas intenciones de por medio, es solo que mí atolondrado corazón toma malas desiciones en los momentos menos oportunos.