“When I was young, I used to admire intelligent people; as I grow older, I admire kind people.”
— Abraham Joshua Heschel
Lun., 27 de jun. de 2022
2:19 a. m.
Yo debería estar preguntándome por las singularidades. Y también por el Alzheimer. Por el perrito que aún no adopto y que el juguete ya empieza a extrañar. Por el calentamiento global y mi huella de carbono. Por la corrupción, los niños y la profesión que abandono cada dos segundos. Por el dios que no creo que creo pero siempre me sale nombrar. Yo debería estar comulgando con la realidad. Pero, hoy, soy solo un pequeño niño que desea, con todo su corazón, volver a coincidir con los ojos de Eloise.
Mar., 10 de nov. de 2020
Un encuentro bello que pinta mil arcoíris sobre estas noches andantes en las que te nombro y te suspiro dos besos (...)
"Ojalá pudiera amarte con toda mi luz,
sólo con la luz,
con el brillo de todo lo que está bien.
Pero entonces tú no podrías amarme,
o me amarías incompleta,
y todas mis sombras
estarían faltas de ti.
Y algún día,
quizás y probablemente,
mis oscuridades te alcanzaran
y tú sintieras que soy mentira,
desde las viejas imperfecciones ocultas
hasta las viejas luminiscencias ya conocidas.
Ojalá pudiera amarte
sinceramente,
alejándote de mis defectos,
pero yo nunca me sentiría querida
ni honesta,
y tú no sabrías lo que es
que el amor se imponga
a pesar de todo."
“Justo a esta hora, en algún lugar del mundo, uno dice, otro calla, y dos sienten tanto, que aún sin decir nada, se les oye claro el corazón.”
—
Lun., 8 de agosto de 2022
6:21 p. m.
Me invento, entre diccionarios, indicativos y subjuntivos, maneras tontas para extrañarte. Es un pasatiempo absurdo pero generoso. No son pretensiones groseras, solo cosas de un peregrino analfabeto que, cada noche, lleva a pasear el sentido y, por casualidad, da contigo. La pluma brinca, el papel cubre el rubor de las palabras y yo me largo a llorar a los brazos de un niño alado. No es posible el descanso cuando eres el impulso que a mi noche enciende. Hay tantas palabras, ecos y silencios, tantos amaneceres, ocasos y universos, tanta diversidad, profundidad y simpleza, tanta nada y existencia, tantos fotogramas, fotografías y recuerdos que me gustan tanto como tú. De otra forma, no sería posible mantener mi corazón caliente ni acompañado, ni siquiera vivo. Y aunque tu ausencia desacompañe mi silencio hoy, como un astro de esperanza, siempre renaces en mi más tierno pensamiento, en lo implícito, lo simple y lo irrepetible de mi más tierno pensamiento.
P. D.: Te admiro infinitamente.
Tanto tanto es todo que casi tanto tanto es nada (si estás tú)
Miérc., 09 de dic. de 2020
En ti, advertí, que al amor hay que mirarlo fijamente a los ojos para que el mundo quede detenido, interminablemente, justo a los pies de la imaginación. (...)
Mar., 5 de nov. de 2024
2:35 a. m.
Te quiero. Sí, Te quiero. Absurdamente. —Desfallecida ya—.
Ha decidido levantarse la muerte en rebelión ante el áspid de un olvido que no me deja morir. Y yo solo he sabido decir “te quiero” en un idioma que solo entienden aquellos que fueron enterrados en vida.
¿Alguna vez...?
Me construiste para luego protegerte de mí, y desconocer mi cariño. ¿Por qué viniste por mí y no me arrebataste, de los labios, tu olvido? Qué hago yo renegando de mi cariño está noche si lo que aprendí a mirar cada día fue...
(tus tres nombres)
Sufro de paranoia, porque me hicieron a imagen y semejanza de un dios que no existe.
Yo misma me negué tres veces.
¿Qué esperas de mí ahora?
¿Dónde coloco tus flores?
¿Dónde lloro tu nombre?
¿Dónde beso tu olvido?
“Podría ser egoísta, regalarte mis confines, no dejar que nadie te conozca, pero entonces, amor, no escribiría. Y tú, tú no existirías porque estás hecho para presumir de ti. Podría prometerte una vida sobre nubes, decirte que todo irá bien siempre, asegurarte que no habrá viento que nos mueva, jurarte que no saldrá ningún daño de mis manos a tu pecho. Podría prometerte un amor seguro, un futuro atado con un lazo de purpurina, darte la dirección de nuestra casa que aún no existe, llevarte a cenar, adornarte el armario, invitarte de vacaciones. Las medidas exactas de nuestro futuro, una rutina sellada con la tinta del compromiso, pero las promesas son seres cobardes que posponen mentiras futuras. Yo prefiero decirte que mientras estés conmigo no volverás solo a casa, que la semana que viene daremos un paseo sin hora de vuelta porque lo espontaneo te hace una cara preciosa, que te quiero más qué ayer y quién sabe mañana. Mi amor, yo prefiero hipotecar mi vida en tus manos que la tranquilidad, no sabré a donde voy, pero sí con quién. Hacer del futuro nuestro presente, deshacerme de la rutina del reloj y pasearte por mi vida sin que importe la puntualidad. Yo prefiero mojarte el corazón cuando te duela, amarrarte a mí cuando vengan tempestades para que nos lleven, pero juntos. Curarte con cuidado y paciencia las heridas que pueda causarte en vez de marcharme. Responderte hoy, nosotros, cuando me preguntes qué quieres ser de mayor. Yo no te voy a prometer un futuro feliz y seguro, yo no voy a poder salvarte la vida siempre, yo no te voy a ocultar mis tropiezos y mis fallas. Yo no te voy a regalar un amor para siempre, yo te voy a dar un presente impredecible, yo voy a cruzar contigo todos los semáforos en rojo, yo voy a llorar contigo hasta cuando sea de ti. Yo voy a quererte de tal modo, que sientas que cada día que lo hago, lo estoy haciendo para siempre.”
—
Diciembre de 2019
En el lugar me percibo (…) Personas desconocidas y a la vez íntimamente ligadas a mí conversan, ríen, beben. Yo continúo quejándome de su sonrisa mientras respondo a la situación con naturalidad. Converso, río, bebo, respiro: sus movimientos siempre delatan en mí alegría. No me contengo y mis brazos se desplazan a la misma velocidad de su sonrisa para encontrarla. Me pregunto si ella anhelaba este abrazo tanto como yo. Creo que su afecto siempre desvanece mis dudas en su mirada. Si la escucharas hablar, ya no te preguntarías jamás por qué desde el instante cero ya es el amor de tu vida, ni por qué el siguiente instante ya no se trata de ti, sino de otro, de otro rostro, de otro escenario, otro tiempo, otro sueño, otredades que solo puede inventarse la imaginación cuando uno solo desea la felicidad de la otra persona. Y aunque Eloise ya no sea el amor de tu vida, sino el de otro, aunque eso tú no lo sepas ahora, creo que soñando estás consciente del cambio, del desamor, del momento, de tu accidente, del coma y de la distancia que no ha sido culpa de nadie. Ahora me encuentro en una de esas situaciones de las que alguna vez te escuché hablar, esas en la que resultar enamorada de la sinceridad que siempre desprenden sus ojos puede resultar ser el cuestionamiento mismo del amor.
vuelve a pintarme el silencio con tu sonrisa (....)