Un beso mío es lo que debes desear cada vez que me veas.
Me pierdo, me encuentro. Te encuentro, me pierdo.
Entonces me refugio en sus ojos, ahí pierdo la razón.
Juntos pero tan lejos de volver a ser uno.
Te amaré como la persona que según tú te hace feliz, no como soy yo.
Aprendí a quererte más en días de lluvia que en días de sol.
La primera vez que te vi, honestamente no sabía que ibas a ser tan importante para mí...
Hay una leyenda sobre un pájaro que canta sólo una vez en su vida, y lo hace más dulcemente que cualquier otra criatura sobre la faz de la tierra. Desde el momento en que abandona el nido, busca un árbol espinoso y no descansa hasta encontrarlo. Entonces, cantando entre las crueles ramas, se clava él mismo en la espina más larga y afilada. Y, al morir envuelve su agonía en un canto más bello que el de la alondra y el del ruiseñor. Un canto sublime, al precio de la existencia. Pero todo el mundo enmudece para escuchar, y Dios sonríe en el cielo. Pues lo mejor sólo se compra con grandes dolores… Al menos, así lo dice la leyenda… ― Colleen McCullough.