Sueña y lucha hasta que se cumpla.
Puede, simplemente, que a quien estás esperando ya no te busque.
‘Planeaba las calles que recorreríamos a besos. Hasta que me estampé con su olvido.
Ahora son todos esos besos, los que buscan sus labios en todo el suelo que piso. Porque ya no vuelo, ya no hay éxtasis.’
Creíamos que volaríamos alto y aquí estamos, tocando el suelo.
Arrastrándonos por cada rincón en busca del eco de un te quiero que se nos olvidó decirnos.
Recordando el sonido de su voz susurrando lo que más nos gustaba.
Hasta los suspiros, que me ponían los pelos de punta,
y el mundo del revés.