Te odio por renunciar a mí. Te odio por renunciar a nosotros. Te odio por lastimarme. Te odio por hacerme llorar. Te odio por dejarme. Te odio por no estar ahí cuando más te necesito. Te odio por arruinar todo lo que teníamos. Te odio por hacerme confiar en ti cuando solo ibas a romper esa confianza. Te odio por hacerme amarte tanto. Sobre todo, te odio por hacerme parecer un tonto porque aún te amo a pesar de todo lo que me hiciste pasar.
Me equivoco, pierdo la paciencia y me estreso fácilmente, lloro por tonterías y río por cualquier cosa.